Guerrero firmó 6 millones para Los Palacios, pero declaró 900.000 euros

Faltaban dos meses para las elecciones municipales, en las que el PSOE volvió a revalidar su hegemonía, ahora completamente arruinada tras el cúmulo de escándalos que azotan al exalcalde, Antonio Maestre , que gastó el dinero de esta subvención en otros fines aún desconocidos. Por esta razón fue imputado por la Guardia Civil en el marco de la investigación de los ERE , ya que aquel dinero había salido de la famosa partida 31L , «el fondo de reptiles » que Guerrero manejaba sin control de ningún tipo después de que las cantidades se transfirieran desde la Consejería de Empleo al Instituto Andaluz de Fomento.

Sin embargo, la cantidad cuyo destino se investiga es sólo de 900.000 euros , que es la cifra que consta en el convenio aportado por la Junta al sumario, que apenas tiene tres páginas. Pero en las imágenes tomadas por la televisión local palaciega los dos intervinientes firman ocho hojas y hablan claramente de seis millones «que se abonarán en los ejercicios presupuestarios de 2003 y 2004 con cargo a la partida 31L». El propio alcalde, Amuedo, lo proclama varias veces: «Un acuerdo de mil millones de pesetas es muy importante para Los Palacios».

Eso fue lo que se rubricó. Lo que consta en la investigación judicial es 5,1 millones menos. Y el centro ecuestre no existe . En este contexto, uno de los participantes en la firma, José Núñez Casaus , que después fue delegado de Agricultura de la Junta y oponente interno de Maestre en su pueblo, le pide a Guerrero que le deje un borrador para ver cómo se hace. El director de Trabajo, imputado por el escándalo de los ERE, le contesta entre risas: «De estos, diez mil protocolos ».

Su actividad firmando subvenciones con cargo al «fondo de reptiles» en aquella época era frenética , sobre todo en aquellas fecha preelectorales. «Alguno me va a tener que pagar una comida porque no se creía que íbamos a conseguir esto», se ufanó durante la rúbrica el alcalde, Emilio Amuedo , antecesor de Maestre. Y Guerrero le contestó: «Incrédulos siempre hay».

Al final, se firmaron seis millones, de declararon 900.000 euros y sólo se justificaron , muy vagamente, 22.434 , que es lo que certificó la interventora. El destino del dinero , que después manejó Antonio Maestre, aún es una incógnita .