el legado expo
¿Para esto tiramos el Palenque?
Un edificio de una planta ocupará 21 años después el solar del popular escenario de la Expo
M. D. A.
Hace seis años, en junio de 2007 , las excavadoras derribaban el Palenque y, además de sus pilares, tiraban por los suelos los recuerdos del más popular escenario de la Expo. Aquel espacio, obra del arquitecto José Miguel de la Prada Poole ... , donde se celebraron los actos de los días oficiales de los participantes en la Expo , se había convertido, con su carpa de múltiples conos, su escenario de 500 metros cuadrados rodeado de fuentes y sus gradas con capacidad para 1.500 espectadores sentados y 4.000 de pie, en un edificio emblemático. Tanto es así que durante quince años siguió utilizándose para la celebración de conciertos, eventos culturales y hasta escenario de programas de televisión.
Pero en 2006, cuando el boom inmobiliario estaba en plena ebullición, al parque tecnológico de la Cartuja parecía faltarle espacio por todas partes y ni los gurús económicos preveían la crisis que estalló poco después. Agesa, la sociedad gestora de los activos de la Expo, y el Ayuntamiento decidieron que ese edificio, construido con carácter efímero, debía desaparecer para construir un inmueble de oficinas singular. El Ayuntamiento se comprometió a cambiar el uso de la parcela de cultural a terciario, Agesa rescindió el contrato con la empresa que lo explotaba, TCM Audiovisual y anunció el derribo del Palenque. El proyecto generó críticas de varias entidades conservacionistas, voces frente a las que se adujo que mantener ese inmueble suponía cambiar una cubierta que estaba en muy mal estado, lo que tenía un coste inasumible, y además que en su lugar se construiría otro edificio emblemático de oficinas que iba a suponer una inversión en la Cartuja de 38 millones.
Las máquinas entraron y se lo llevaron por delante. Dos años después, en octubre de 2009, Agesa adjudicó el futuro centro de negocios al proyecto presentado por el prestigioso arquitecto, ganador del premio Pritzner en 2007 y responsable, entre otras obras, del Centro Nacional de Artes y Cultura George Pompidou, en Paris, Richard Rogers . El proyecto suponía la construcción de un edificio de 44.000 metros cuadrados distribuidas en cinco plantas sobre rasante (cuatro para oficinas más otras para un auditorio y zona comercial) y tres bajo rasante, con un aparcamiento con capacidad para 450 vehículos. Su coste se elevaba entonces a 42 millones de euros.
Entonces, Agesa pasó a manos de la Junta —formó parte del pago por la llamada «deuda histórica»—, el Ayuntamiento redujo la edificabilidad del solar y la crisis económica había estallado . Todas esas circunstancias, chocaron contra un proyecto al que la concesión de la nueva licencia de obras entierra definitivamente. De aquel edificio singular se da paso a uno más sencillo , de una sola planta en superficie y otra bajo rasante para un aparcamiento con 60 plazas. Su superficie construida y su coste, 3,2 millones de euros, se han reducido significativamente.
¿Para esto tiramos el Palenque?
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete