Hace las pruebas físicas para entrar en el Ejército del Aire de España y opina sobre lo exigentes que son: «Estoy reventado»
El creador de contenido decidió ponerse a prueba con uno de los desafíos más complicados
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Iniciar sesiónEn un mundo en el que los retos extremos se han convertido en una constante en las redes sociales, los atletas, culturistas y creadores de contenido buscan constantemente superar sus límites y demostrar de qué pasta están hechos. Desde competiciones de fuerza en ... condiciones extremas hasta desafíos inspirados en cuerpos de élite, las pruebas a las que se enfrentan estos valientes no son aptas para cualquiera. Uno de estos 'guerreros' es Sergio Peinado, un joven nacido en Albacete, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, entrenador personal y conocido creador de contenido, quien ha decidido ponerse a prueba con uno de los desafíos más exigentes, superar el proceso de selección del Ejército del Aire de España.
«Un militar debe estar muy preparado física y mentalmente debido a las exigencias extremas a las que se enfrenta, especialmente los militares», explica el influencer, consciente de que no se trata de un simple reto viral, sino de una experiencia que implica respeto y reconocimiento a quienes visten el uniforme. «En combate se requiere un alto nivel de resistencia, fuerza y agilidad para realizar misiones complejas y prolongadas bajo condiciones adversas, desde cargar equipo muy pesado, moverse rápidamente en terrenos difíciles y resistir el estrés físico y mental del combate y por eso quiero vivir en mis propias carnes lo que es enfrentarse a las pruebas físicas del Ejército del Aire», añade.
Para ello, se desplazó a un lugar muy especial: «Hoy estamos en una base militar porque me voy a enfrentar a las pruebas del Ejército del Aire. En concreto, estoy en la base aérea donde se forman todos los paracaidistas de las fuerzas armadas, incluida la unidad de operaciones especiales del Ejército del Aire, el EZAPAC». Allí le esperaba el Cabo Mayor Ruiz Jiménez, destinado en la escuela militar de paracaidismo, en la jefatura de estudios, que sería el encargado de examinar las pruebas físicas del creador de contenido. «Las pruebas son las siguientes: vamos a hacer unos abdominales, flexión y extensión de brazos, sentadillas sin peso, trepa con cuerda, un circuito de agilidad y finalizando con una carrera de 4.000 metros con equipo, con una mochila con un peso de 10 kilos», detalló el militar.
Las pruebas
Las pruebas arrancaron con los abdominales: 35 repeticiones en 50 segundos. Peinado alcanzó la marca en 47 segundos. «Madre mía, por los pelos», confesó, exhausto.
A continuación, llegaron las flexiones. El Cabo Mayor explicó las reglas: «Brazos a la altura de los hombros, hay que tocar con la barbilla lo que es la almohadilla y piernas juntas, pies juntos, son 25 repeticiones, no hay tiempo». Peinado las superó con soltura, consiguiendo el «apto» sin complicaciones.
La tercera prueba fueron las sentadillas. «Hay que tocar con la punta de las manos el suelo y piernas a la altura de los hombros. En la ascensión hay que pegar el tirón con la pelvis», indicó el instructor. Peinado debía hacer 30 en 40 segundos, y lo logró en 32.
Después tocó enfrentarse a la cuerda. «Hay que llegar a 4 metros y se permite hacer presa con los pies», explicó el militar. Aunque se permite ayudarse con las piernas, Sergio optó por tirar de fuerza bruta. «Está permitido hacer presa con los pies y en teoría esto pues es más fácil a nivel de fuerza, pero como yo no he entrenado esta técnica pues he preferido tirar de fuerza bruta a ver si soy capaz de pasar la prueba», reconoció entre risas. Contra todo pronóstico, superó la trepa. «Esta es la prueba donde suele caer la gente», admitió el Cabo Mayor.
El siguiente reto fue el circuito de agilidad y coordinación, que debía completarse en menos de 10,4 segundos. El primer intento fue fallido: levantó la cadera de forma incorrecta y derribó una de las vallas. En el segundo, consiguió un tiempo de 9,44 segundos y consiguió el apto. No obstante, realizó un tercer intento y bajó la marca a 8,91 segundos.
Y entonces llegó la prueba reina: la carrera de 4.000 metros con equipo completo. «Esta última prueba está dentro para el acceso al curso de JTAC, Joint Terminal Air Controller, y consiste en hacer una carrera con casco, mochila, chaleco y fusil, que alrededor pesará unos 15 kg y en todo momento tiene que llevarlo puesto», explicaba un instructor. «Con 15 kg encima más mis 90 que ya llevo de origen», bromeó el creador de contenido, en referencia a su propio peso corporal.
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La carrera debía completarse en menos de 28 minutos y tras varios minutos, el influencer, visiblemente agotado, confesó: «Madre mía, no sé cómo poner el fusil este, es lo más incómodo yo creo, porque no puedo bracear con los brazos». A mitad de recorrido, incluso tuvo tiempo para una pequeña locura: dejó el fusil en el suelo y realizó una dominada en una barra cercana. «Como no llegue por esto, verás…», dijo riendo. Finalmente, cruzó la línea de meta en 24 minutos y 28 segundos. «Estoy reventado, es que estos son tractores», exclamó jadeando.
Una prueba extra
Cuando parecía que todo había terminado, el Cabo Mayor le tenía una última sorpresa, un salto simulado desde la torre de paracaidismo. «Básicamente esto es simular que estoy en el avión y tengo que tirarme. Pero he escuchado a muchos paracaidistas, y a muchos profesionales que estáis aquí, que preferís tiraros del avión a tiraros de esta torre», confesó el joven. «Dicen que da muchísima impresión porque tienes el suelo muy cerca y parece que te vas a reventar contra él. En el avión no se percibe tanto», añadió.
El salto finalizó con éxito. Siguiendo las instrucciones del jefe de salto, Sergio ejecutó correctamente todos los pasos: pierna adelantada, impulso, tirón de la anilla… y al suelo. «¡Ostia, hay que tener huevos para querer saltar por la puerta!», exclamó aún con la adrenalina en el cuerpo.
Tras completar todo el proceso, exhausto pero emocionado, quiso agradecer la oportunidad a todos los presentes: «La verdad es que ha sido una experiencia brutal lo que hemos vivido aquí, ya no solo las pruebas sino todo lo que hemos vivido. Gracias a todo el personal de la base aérea de Alcantarilla, han sido maravillosos».
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