Una organizadora de bodas, enfadada por lo que llegan a hacer algunos novios en el día del enlace: «Nos lo hacéis pasar fatal»

María se muestra muy indignada por el «salseo» que vivió en mitad de un banquete

Una francesa que se ha instalado en Asturias para ser pastora, tajante sobre su nueva vida: «Mucha gente cree que estoy loca»

Una organizadora de bodas, enfadada por lo que llegan a hacer algunos novios en el día del enlace: «Nos lo hacéis pasar fatal» ABC

A. Cabeza

Barcelona

Se dice que el día de la boda es uno de los más felices que una persona puede vivir. Aunque en los últimos años han caído el número de enlaces, en parte por culpa de los costes que acarrea una ceremonia de este ... tipo, lo cierto es que muchos de los que mantienen esta tradición acaban apostando por los servicios de 'wedding planners' que se encarguen de la organización y les permitan vivir relajados el proceso.

En efecto, los organizadores de bodas cuidan hasta el último detalle de la boda y mueven todos los hilos, muchos de ellos entre bambalinas, para que nada falle y todo ocurra de acuerdo con los deseos de los novios. Son como los genios de la lámpara y tienen una mochila llena de anécdotas relacionadas con alianzas, vestidos, ramos, menús y un sinfín de detalles.

Las historias van mucho más allá. Ahora, María, una joven que se dedica parcialmente al sector, ha empezado a subir algunos de los salseos más surrealista que ha vivido. «Vengo aquí delante de todo TikTok a hacer un manifiesto a los novios que se van a casar en los próximos meses de que por favor no se pongan los cuernos el puñ... día de su boda», empieza ella su reflexión en su perfil (@mariaespinar01), que solo en tres días supera ya los 3,2 millones de visualizaciones.

«Como si no hubiera pasado nada»

«A nosotros nos lo hacéis pasar fatal. ¿Qué hacemos? ¿Cancelamos la boda o dejamos que tengáis más cuernos con una cornamenta?», se queja ella, antes de ir al grano y explicar un caso que le dejó alucinada, que ocurrió hace medio año aproximadamente, durante una boda a priori. «Llegamos a la barra libre, donde ocurre todo», avisa ella.

Ese momento arrancaba con el baile nupcial y rememora que en ese momento se dieron cuenta de que el novio no estaba. «Los primeros cinco o diez minutos dijimos 'bueno, puede ser que esté meando o que esté fumando'...», explica que pensó, a pesar de que él estaba más que avisado de que el baile empezaría entonces.

A los veinte minutos de espera, los organizadores se pusieron a preguntar con más intensidad a familia y amigos si alguien sabía algo del novio. Nadie tenía ni idea y se dividieron para ir a buscarlo fuera, en los jardines y ellas se fueron al cuarto de los novios, que es una habitación cerrada con llave, que solo tienen los novios y los 'wedding planners', para guardar las cosas de valor y todo el attrezzo de la boda.

Llamaron y aparentemente no había nadie pero entraron para asegurarse de que todo estaba bien. «¿Quién estaba? El novio. ¿Pero solo? No, con la mejor amiga de la novia», destaca ella, dejando claro que entre ellos estaba habiendo tema. «Imaginaros nuestra cara», rememora María, que dudó de si decirlo «porque claro, las bodas valen 30.000 pavos. Además, destaca que nunca se olvidará de la cara de altiva de la chica.

Al momento, el novio ya quería seguir con la boda «como si no hubiera pasado nada» y ella no pudo evitar recordarle, con mal tono, que su «mujer» le estaba esperando para el baile «con su marido». Al reencontrarse, el novio se hizo el ingenuo ante ella y alegó que había estado descansando pero María resalta que tenía un chupetón visible en el cuello y la amante, «la sonrisa del Joker» porque estaba visiblemente desmaquillada. «Era un panorama», remarca.

«El caso que la novia que lo ve, empieza a llorar, empieza a gritar, le empieza a decir de todo» y le pregunta por el chupetón. El padre de la novia entró en escena para consolar a su hija y ella se lo contó. «Si tu vieras la que se lió allí... El padre le dio un piñazo dinámico a al novio que le reventó la nariz. Toda la boda llena de sangre...», asegura la 'tiktoker', que rememora que «hubo un casamiento y un divorcio el mismo día».

Por este motivo, remarca, ella y su compañero «no supimos dónde meternos». Los novios acabaron marchándose cada uno por su cuenta, igual que la amiga de la novia, a la que él acabó delatando por un fallo, y la novia acabó tirando de los pelos. «Esta es otra anécdota más de las bodas», acaba ella el vídeo. Más de 2.300 personas le han opinado el vídeo y seguramente el comentario más valioso es el de un internauta que le pregunta que si «esto es coña». «Desgraciadamente, no», sentencia María.

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