El doctor David Carrizo avisa a los que cenan tarde: «Tu cuerpo necesita horarios, no excusas»

Ese hábito, tan extendido en muchas familias por cuestiones de trabajo, conciliación o simplemente costumbre, puede pasarnos factura

Los alimentos que no faltan en la nevera de una nutricionista

El doctor David Carrizo avisa a los que cenan tarde: «Tu cuerpo necesita horarios, no excusas» PexelsTikTok

La relación entre la alimentación y el bienestar no se limita a los alimentos que elegimos. También influye el momento en el que decidimos ingerirlos. Sin embargo, tras días extensos en los que la rutina se estira casi hasta la noche, es común ... que la cena llegue más tarde de lo que nuestro organismo agradecería. Ese hábito, tan extendido en muchas familias por cuestiones de trabajo, conciliación o simplemente costumbre, puede pasarnos factura. En este contexto, el doctor David Carrizo, especialista en nutrición y obesidad, ha emitido un mensaje dirigido a aquellas personas que cenan tarde, señalando que la hora es tan determinante como el contenido del plato.

Para quienes consideran normal sentarse a cenar pasadas las nueve de la noche, el profesional advierte: «Tu cuerpo tiene un reloj interno y comer tarde lo puede desajustar». Este reloj, conocido como ritmo circadiano, regula funciones corporales esenciales: desde la liberación hormonal y la digestión, hasta la temperatura corporal y la preparación neurológica para el descanso.

El especialista explica que, cuando se cena a una hora muy avanzada, el organismo se ve obligado a continuar activo en un momento en el que debería iniciar su proceso de desaceleración: «Comer tarde va a provocar un pico de insulina, cuando tu cuerpo debería estar en ese momento preparándose para dormir». La insulina, encargada de transportar la glucosa hacia las células para obtener energía, se eleva para procesar los alimentos, manteniendo alerta sistemas que deberían comenzar a apagarse y «eso te puede llevar a generar una resistencia a la insulina, incluso si comes lo mismo cada noche».

Además, el facultativo señala que el horario tardío influye directamente en la calidad del descanso: «Comer tarde va a terminar inhibiendo la melatonina, lo que va a producir como consecuencia un empeoramiento de tu sueño». La melatonina es la hormona que regula el ciclo sueño–vigilia, y su disminución provoca una fase de sueño más superficial y fragmentada. El médico vincula este fenómeno con otro efecto que muchos desconocen: «Ya sabes que un mal descanso te lleva a acumular grasa abdominal». Según indica, el carácter acumulativo del mal sueño puede derivar en cambios corporales incluso sin variaciones significativas en la dieta.

Una recomendación sencilla pero decisiva

Por último, el especialista en nutrición indica que no se trata de modificar radicalmente el estilo de vida de un día para otro, sino de ajustar la rutina diaria para favorecer el descanso y el equilibrio hormonal. «La clave, cena antes de las 20.30, elige algo ligero, proteínas magras, verduras cocidas, un poco de almidón, esto va a ser ideal», señala. El objetivo es llegar al final del día con una comida que aporte energía sostenible sin sobrecargar el sistema digestivo. «Tu metabolismo te lo va a terminar agradeciendo y vas a dormir mejor. Tu cuerpo necesita horarios, no excusas», concluye.

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