Valeria Mazza: «La fama nunca fue un objetivo, solo una consecuencia»

El documental muestra cómo Valeria Mazza pasa de su vida sencilla en Paraná a convertirse en una figura internacional. Después de ser descubierta en la adolescencia, se muda a Buenos Aires y luego a Europa, donde empieza a trabajar para las grandes casas de moda. En los tres capítulos destaca su disciplina, su capacidad de adaptarse a un mundo competitivo y cómo, con constancia, termina abriéndose paso entre las supermodelos de la época. La serie subraya también que su ascenso no fue un golpe de suerte, sino el resultado de trabajo, perseverancia y una personalidad que le permitió sostener el ritmo de una carrera global. «La gente de mi generación, que conoce mi historia y a la que le ha pasado lo mismo que a mí -que es ver todo el archivo-—, es como un 'wow, mirad todo lo que hizo'. Y también recordar es como volver a revivir la vida con la mía. La gente de esa época, los diseñadores, las portadas, los pósteres en la habitación… fue una época muy fuerte, que dio mucho que hablar. Para los más jóvenes que han escuchado o no mi nombre, van a conocer la vida de una chica que tenía una posibilidad, se agarró a ella con uñas y dientes y llegó».

A la vez, el documental no oculta la parte dura del camino: Mazza cuenta que el cuerpo era su herramienta de trabajo y que tuvo que afrontar presiones constantes sobre su imagen, dietas estrictas y exigencias físicas que no siempre eran saludables. Habla también de la soledad de sus primeros años lejos de su casa, la competencia feroz en el ambiente, la mirada crítica permanente y el peso emocional de sostener una imagen perfecta. Además, reconoce que conciliar ese ritmo con su vida personal tuvo un coste: ausencias, cansancio y momentos en los que sintió que las exigencias de la moda podían pasar por encima de su bienestar.

«Mucha gente busca la fama como un objetivo. Yo creo que la gente cree que la fama es placer, alegría, que es pasarlo bien, cuando en realidad no. Es un error pensar como algunas personas dicen: 'Quiero ser famoso porque quiero estar en un lugar'. Mi fama fue una consecuencia; nunca fue un objetivo», asegura la exmodelo. El trabajo y la tenacidad le han llevado a lo más alto en el mundo de la moda además de regalarle un lugar en la televisión como presentadora que ahora quiere seguir desarrollando. «La fama es reconocimiento hacia un trabajo bien hecho: la gente te reconoce, te quiere, te aprecia por algo que has hecho. Yo disfruto del reconocimiento, sí, pero también hay un trabajo previo enorme y eso la gente no lo ve. La gente no hace análisis y ve solo el final de todo. En la vida, primero está pensarlo, soñarlo y desearlo, y después llevarlo a cabo. El placer lo encuentras en el proceso; si no, siempre te sientes un desgraciado, queriendo llegar a algo sin disfrutarlo», confiesa.

La idea de hacer este documental llegó después de largas conversaciones con su marido. «Pensamos que llegando a los 50 podría darse la ocasión de hacer algo. Yo no soy muy de mirar atrás ni de hacer análisis, pero la realidad es que no me puedo creer que haya llegado a esta edad con todas estas vivencias. Ha sido un tiempo fuerte. Eso me hizo pensar un poco en cómo llegamos hasta aquí y, al mismo tiempo, mirar al futuro, qué es lo que quiero hacer», confiesa mientras asegura que ahora mismo su deseo es hacer más televisión. «Fue una idea nuestra y buscamos con quién hacerlo. Estuvimos trabajando en el proceso de llegar a presentarlo. Estoy muy contenta: es bonito buscar archivos, revivir momentos, encontrarte con todo el material junto».

«¿Y ahora qué?», se puede preguntar uno tras concluir la serie documental. Lo cierto es que Mazza ha asegurado que su deseo es continuar en la televisión. Ahora mismo está al frente de 'Bailando con las estrellas' y su idea es seguir haciendo otros formatos. «La verdad es que ahora en televisión los formatos que funcionan tienen muchos años; hay pocos formatos nuevos que hayan roto. Todos tienen que ver con entretenimiento, como los 'reality', que llegaron hace un tiempo. Me parece que eso fue disruptivo, pero ahora no hay nada nuevo: todo es más de lo mismo», asegura mientras reconoce que al entretenimiento «le falta autenticidad». «La gente consume tanto que es difícil entretener», confiesa, aunque reconoce al mismo tiempo que este medio sigue siendo clave. «La televisión tiene la posibilidad de poner alma, contenido y personalidad. Dentro de todas las puertas que me ha abierto la moda, la televisión es lo que más me entretiene: soy consumidora y, además, me parece una manera de explicar a la gente y cerrar el círculo», confiesa.