Suscríbete a
ABC Premium

VIEJO BODEGÓN

El campo prepara su viejo bodegón de otoño. Hagámosle sitio en el aire para colgarlo

Antonio García Barbeito

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Nunca le pagaremos al campo tanto como nos da, como nos ofrece, como nos entrega con sus generosas manos. Tú lo sabes, y por eso, hablándole al oído de sus hojas al árbol, dijiste: «Otra vez más que subí / a darte el alma, mi olivo. / ... Y otra vez más que recibo / más de lo que yo te di. / Viviré cerca de ti / lo que me queda de historia. / Si no me alcanza la gloria / para poderte pagar, / que me empeñe tu olivar / el resto de mi memoria.» Nunca estaremos en paz en las cuentas de trabajo y cosechas, porque el campo da sin pedir nada a cambio, y a veces se vacía las manos por socorrernos y, aun sin dejar de socorrernos, por llenarnos de belleza.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia