Andalucía, de cine
Atildados
En el uso de la pluma nos hemos librado de ese populismo gañán de Logse. Ojalá suceda también en otros ámbitos
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Iniciar sesiónHemos llegado a una solución pacífica del agrado de todos y hemos tenido un gran pleno«. Lógicamente, la frase no se pronunciaba a las puertas del Congreso de los Diputados. Sólo faltaba. Pero, cáspita, comparecía solo el director de la Real Academia, que el pasado ... jueves acababa de zanjar el debate sobre la tilde diacrítica. Y allí había más periodistas expectantes que ante alguno de los concilios que celebran nuestros egregios diputados. Día grande para la lengua, se podía leer en los periódicos. Hay esperanza, cuando despierta tanto interés, y no sólo en medios escritos ni en élites intelectuales, una controversia en torno a las normas que nos damos para escribir.
El resultado lo conocen. Se podrá acentuar el adverbio cuando su uso entrañe riesgo de ambigüedad. Ganan los 'solotildistas', aunque desde la Academia trate de edulcorarse la despenalización de la tilde. Vence, sí, el criterio antiguo. El que confesó que abrazaba la propia ministra de Educación por venir «de la EGB». Qué inusitada Alegría.
Levantando la vista del mero enfrentamiento en el seno de la docta casa, podemos hacer muchas más lecturas de lo sucedido en la RAE. Primero por la calidad del debate, «en unos términos muy corteses», dijo también su director, Muñoz Machado. Igualito. Segundo, porque allí estaban todos los que debían asistir. Un buen presidente, sólo sí es sí, no se ausenta de un pleno en el que ha de dirimirse el asunto de mayor trascendencia de los últimos tiempos.
Y fundamentalmente, por todo lo que subyace. Se ha tardado, pero con este trance, trece años después, se borra la infamia que supuso rebajar la norma con el único objetivo de tapar las vergüenzas de nuestro fracaso educativo. De igualar por abajo. «Habéis procurado simplificar la gramática para evitar errores al tarugo», dejó escrito Gistau. ¡Llega la reacción! Y digo yo que, igual que en el uso de la pluma hemos conseguido sacudirnos este populismo gañán de Logse y nuevo cuño, no estaría de más que este feliz desenlace terminara trasladándose a muchos otros ámbitos de nuestra vida política. Consideremos vencido el sarampión. Cortésmente. En esto, si quieren me llaman atildado, sé que tampoco estoy solo.
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