Suscribete a
ABC Premium

todo irá bien

Pablo Carles

Ganaron porque los Estados siempre ganan. Y ganaron porque los bandidos siempre pierden

Tu grito, tu ira, tu mueca

La maldad catalana

Salvador Sostres

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Pablo Escobar empezó a morir el día que creyó que podía doblegar al Estado colombiano. Fue una muerte lenta, sangrienta, desoladora. Pero muerte. Su muerte. Lo mataron. Y él lo sabía, porque no era ningún idiota, él sabía que morir o pudrirse en una ... cárcel americana era el único destino que le esperaba. Y es cierto que pese a que a su final estaba escrito, y escrito –y esta es la paradoja– por él mismo, Pablo Emilio Escobar Gaviria ganó algunas batallas por el camino. Algunas fueron estampas inolvidables por su cruel habilidad y el ridículo que hicieron las fuerzas de seguridad colombianas, a veces impotentes, a veces sobornadas y casi siempre superadas y asesinadas.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia