todo irá bien

El monstruo

¿Alguna vez has sentido de verdad que alguien cargaba con tu parte horrenda?

El trabajo sucio (9/12/23)

Odiáis demasiado (7/12/23)

Cuando mi hija quiso explicarme cómo sufría porque una compañera de su clase le hacía 'bullying' me hizo mirar al frente y me preguntó qué ves. Le respondí un árbol. «Yo detrás del árbol veo al monstruo que nadie más ve y por eso ... me está dejando sin amigas».

Todo el mundo quiere al Padre Carlos. Las viejas del barrio le llevan comida, los jóvenes buscan su conversación. Los que pueden, y algunos pueden mucho, le dan grandes sumas de dinero para que ayude a las familias de parroquias más pobres. Todos queremos gustar al Padre Carlos y cuando no está hablamos de cómo su sola presencia nos calma y nos cura. Basta con que esté. Hacía mucho que intentaba entender por qué y no podía. El pasado domingo hallé por fin la respuesta en su homilía sobre la salvación. No consiste en dar explicaciones a Dios sobre lo que has hecho con tu vida sino en que Dios te explique tu vida y por qué mereces ser salvado.

La verdad no es que queramos gustar al Padre Carlos. La verdad es que sabemos que le gustamos. Sabemos que ve al monstruo que cargamos y que igualmente piensa que merecemos ser acogidos, escuchados, queridos, salvados. El monstruo que nos deforma y nos angustia, que nos envilece. El monstruo que me avergüenza cuando en una riña mezquina o un artículo cruel descubro su rastro. El monstruo de la demasiada ira, de mis juicios tan severos y yo soy tan débil, de la compañera de mi hija que quería dejarla sin amigas. El Padre Carlos se hace cargo del mal que nos arrastra y volvemos a ser inocentes. Me fijo siempre en él y tiene algo de muy cercano y de repente un profundo silencio. Noto cuando expresamente calla y callan con él las voces que me atormentan. No creo que uno que sólo es hombre pueda conseguir esto. Luego pienso que exagero porque le quiero mucho pero cuando lo hablo con mi hija y otros de sus feligreses tampoco saben explicar exactamente lo que sucede en su presencia.

¿Alguna vez has sentido de verdad que alguien cargaba con tu parte horrenda? Un peso físico, contable, realmente aliviado. ¿Por qué la intuición de Dios me sorprende tanto? Si de pronto se supiera que mi vecino es un asesino en serie quizá no me parecería tan extraño. ¿Por qué me siento menos aparatoso reconociendo mi mediocridad que asumiendo que alguien puede hacerse cargo de ella? ¿Cuántos artículos dedico a denunciar mal? ¿Cuántos artículos dedico a agradecer el Bien? ¿Es más importante Pedro Sánchez que el Padre Carlos? Muchos sedientos de la voz de Dios escuchan a lunáticos y a mentirosos.

Llevamos demasiado tiempo dejando que la bestia nos humille más de lo que dejamos que nos limpie la esperanza. Al monstruo hay que conocerlo y mirarlo a la cara. Mi hija me lo mostró detrás de un árbol y sólo así pude ayudarla a ganar. Al año siguiente conocimos al Padre Carlos y enseguida nos quisimos tanto. Le contamos la historia del 'bullying' y aprendimos entonces lo más importante: si el monstruo hubiéramos sido nosotros también nos habría abrazado y también nos habría salvado.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios