todo irá bien
Marines contra Pep
No es razonable que se tomen las calles. No es libertad de expresión pisotear la libertad de los demás y ya no digamos incendiarla
Cataluña soy yo
El fascista eres tú
El presidente Trump desplegando a los marines en California es la esencia de la libertad. Lo contrario de la civilización es el discurso de Pep Guardiola ensalzando a Hamás en la absurda universidad de Manchester que le ha convertido en doctor por causa de ... honor y ha sido una vergüenza.
Trump mandando al ejército a California es la defensa de lo que nos consagra como ciudadanos libres. Nos gustan los soldados y el esplendor de su fuerza es el esplendor de la democracia. Las insurrecciones, las intifadas, los grupos terroristas y los cargos que no obedecen a sus superiores no pueden tener cabida en nuestro modo de vida libre. Somos el ejército de Israel en pie de guerra contra los terroristas de Hamás y no sólo de Hamás, somos los marines de los Estados Unidos acudiendo a sofocar insurrecciones allí donde se producen y por supuesto somos y fuimos las fuerzas y cuerpos de seguridad española en su lucha contra ETA, contra la rebelión en Cataluña y tantos otros salvajes que han intentado e intentan desbaratar nuestra convivencia. El señor Pep Guardiola parece tener problemas con esto; el señor don Pep que ha fijado o pronto fijará su residencia fiscal en Qatar.
Que en España, y probablemente en Europa nos hayamos acostumbrado a que insurrectos y criminales puedan operar con total impunidad ante la indefensión de los ciudadanos, y el miedo de las fuerzas del orden de ser denunciadas por un uso excesivo de sus atribuciones, es una claudicación ante la barbarie, una renuncia a defender la libertad donde está siendo atacada y obligada a retroceder. No es razonable que se tomen las calles. No es libertad de expresión pisotear la libertad de los demás y ya no digamos incendiarla. No es aceptable que un gobernador local desafíe a un presidente en una crisis tan grave ni lo es que azuce a los que de un modo tan bestial están destruyendo Los Ángeles.
Tampoco es de país sólido y estructurado creer que lo justo y caritativo es la permisividad con la inmigración ilegal. Pedir a un país que renuncie a combatir la delincuencia es pedir que renuncie a sí mismo y pisotee la dignidad de cuantos quieren vivir tranquilos y cumpliendo con sus obligaciones. En España estamos acostumbrados a que el Gobierno ampare el abuso. Estados Unidos hizo un poco lo mismo durante las administraciones Obama y Biden pero con el presidente Trump ha dejado de ser posible este enjuague. Y no es racismo ni fascismo ni crueldad. Es América dando sentido y valor a su libertad, es América dando la bienvenida y esperanza a los que honradamente la alcanzan para construir su vida mejor y la de sus familias, es América salvando su luz para que cuando con nuestro relativismo y brutalidad hayamos dejado el resto del mundo a oscuras tengamos todavía alguna dirección en la que mirar.
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