todo irá bien
No es búnker, es trinchera
Entender la política española es entender que Sánchez no va a rendirse porque su esencia es resistir
Toros, Balañá
Dos años
Tener deseos en política es legítimo pero hay que saber de qué naturaleza están hechos los líderes. Jugar es rezar pero estudiar es mejor. El presidente del Gobierno convocó el viernes de urgencia al de la Generalitat y todo el mundo especuló en clave ... sucesoria. Pronto de Madrid llegó el rumor de que Illa sería el presidente interino cuando Sánchez dimitiera dentro de unos días y el próximo candidato del PSOE.
Se puede odiar a Sánchez y pensar que su proyecto político no existe pero entender la política española es entender que Sánchez no va a rendirse porque su esencia es resistir y además ha interiorizado que ya no sólo resiste como presidente sino como ciudadano libre, en tanto que está convencido de que a sus enemigos no les bastará con que deje el poder y no van a parar hasta meterlo en la cárcel.
El presidente va a aguantar y lo hará fiel a su estilo, que es Cataluña. La reunión del viernes era para anunciarle a Illa la más honda victoria de su primer mandato como presidente de la Generalitat, y es que el Gobierno cree haber encontrado la manera de oponerse a la opa contra el Sabadell. El 'president' regresaba ayer satisfecho a Barcelona, era obvio que no había sido la conversación de una derrota.
Sánchez no sólo quiere resistir sino volver a ser presidente tras las elecciones generales de 2027 y con Cataluña como enseña. Continuar intentando que el catalán sea oficial en el Parlamento Europeo, ubicar en Móra la Nova la gigafactoría europea de inteligencia artificial y permitir por decreto las inscripciones de Dani Olmo o retirar a Laporta la obligatoriedad de avalar su gestión, son los gestos simpáticos. Más de fondo está preservar el Sabadell, la gran inversión de Aena en el aeropuerto de Barcelona, la creación de la empresa que gestionará Rodalies Renfe y el nuevo sistema de financiación que quedará resuelto como muy tarde en julio.
Sánchez no está en el búnker. Sánchez está en la trinchera. La reunión con Illa no fue para crear un plan de contingencia sino para lanzar la ofensiva de más peso político de esta legislatura: gracias al Gobierno, Cataluña tendrá un banco más y no un banco menos, una mejor financiación y la renovación de las infraestructuras puesta en marcha. Sánchez complacerá con este mensaje a Puigdemont y a Junqueras pero sobre todo reforzará su interlocución con los catalanes y mejorará los ya de por sí excelentes resultados que obtuvo en 2023.
Con Cataluña normalizada como símbolo de su aportación a la convivencia, y contra el Madrid rebelde y libertario de la presidenta Ayuso. Así es como intentará ganar Sánchez. Perjudicado por el hedor de sus muertos y con la inestimable ayuda de Feijóo, ya sea hablando de más por ir a tomar vinos con periodistas de 'El País' o yendo a que le piten al baloncesto, sin que ninguno de sus colaboradores le advirtiera de que la afición de Unicaja son una banda de rojos.
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