Montero la grande

No sé por qué sorprende que haya hablado de la calvicie de Tellado, dando a un señor del PP al que más le valdría resultar invisible un protagonismo que no ejerce. Ahí ha resbalado, dándole la oportunidad de decir que lo que en realidad le preocupa de él es que no tiene pelos en la lengua. Ay, madre, qué chispa. También nos ha informado de que hay un 40% de calvos. El nivel del ataque y contraataque es este. Ojalá los políticos se insultaran y despellejaran con ingenio. También ha citado las gafas. No sé en qué cabeza cabe que eso es señalar un demérito. El de las gafas con menos pelo. Ni siquiera ha dicho calvo. Y mucho menos «puto calvo cegato», que estamos de un tiquismiquis... Si tomamos la canción de Manuel Alejandro para Rocío Jurado, Montero ha cantado «Ese hombre que tú ves ahí es un hombre con gafas y con poco pelo…». Menudo escándalo. A Rajoy lo llamó «el de las barbas y el puro» y a Casado «el de la sonrisa eterna que no decía nada». Montero la grande habla como los indios. No me refiero a que lo haga como Antonio Ozores en el 'Un, dos, tres', que también. Me refiero a los indios de las películas. A los nativos americanos, dirían ahora. Lo de llamar 'En Pie con el Puño en Alto' a Mary McDonnell en 'Bailando con lobos'. La identifica por algo que hizo. Significa algo. Llamarte Miguel Tellado o María Jesús Montero, no.

Con todo, de Montero lo más extraordinario en los últimos días ha sido la camiseta de Custo con los Noodles. No sabía que la gente siguiera llevando camisetas de Custo en 2024. Es como ser comunista. O ludita. La llevaba el otro día en el Senado. Al principio con una chaqueta encima. Pero en la entrevista con Susanna Griso iba a cuerpo, se veía todo ese arte pop. No podía dejar de mirarla, no iba a distraerme con lo que decía. Me salía la voz de María Barranco en 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'. Es horrorosa, horrorosa. Y claro que lo de la calvicie y las gafas es una bobada sin más. A ver si hay que decir que lo importante son sus acciones de gobierno. Pero qué tía. Cómo no va a ser Montero la Grande.