PERDIGONES DE PLATA
La rijosa comedia
La vida, desde luego, nos ofrece estampas abracadabrantes, asombrosas. Lo de Errejón, por lo menos, nos brinda un contrapunto cómico que nos aparta de la tragedia, y necesitamos, desde el respeto y la prudencia, sin olvidar a los que sufren, sonreír ante una clásica melonada ... hispana protagonizada por un bocazas de extrema izquierda empantanado en la pringosa tela de araña de su cháchara tan insoportable como hueca. Lo dijo Tarradellas: «En política se puede hacer de todo menos el ridículo». El ridículo de Errejón, más allá de sus presuntos abusos de sobón irreverente, de rabero amateur o de lo que fuese, ha sido tan espectacular como maravilloso. Irrumpió frailuno para lavar nuestros pecados capitalistas y no es sino el heredero de las calenturas de Pajares y Esteso en aquellas comedias rijosas que rompían las taquillas.
Errejón aseguraba vehemente, con categoría de dogma, que las denuncias falsas no eran sino maldad de ultraderecha. No existían. Punto. Hasta que, a lo mejor, ya veremos, le ha sucedido a él, que entonces la cosa cambia. Esta falta de coherencia resulta repugnante, pero ya estamos acostumbrados al voto de pobreza de los suyos que se quiebra cuando adquieren un casoplón. Lo interesante de la actriz presuntamente humillada, vejada o agredida, es que admiraba al politiquillo curtido en las asambleas universitarias y las becas trileras porque pensaba que «era la gran esperanza de la política en España». Pues vaya vista tuvo la muchacha. Errejón, a la altura de los Reyes Católicos, Antonio Cánovas y Práxedes Mateo Sagasta. Mandanga de la buena. Muchas luces no parecía derramar la joven, en fin. De todas formas, ya que estamos, a Errejón y a su muchachada les concedieron 50 millones de pavos para que estudiasen lo de la semana laboral de cuatro días. ¿Alguien sabe algo de esta limosna tan de Sánchez para conseguir unos votos? Sería interesante averiguar en qué abrevaderos acabó esa pasta. Negaron dineros para infraestructuras hídricas que amortiguasen las riadas, pero luego mira qué alegres para patrocinar memeces.
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