PERDIGONES DE PLATA
El 'chou' debe continuar
Ante los dramas personales y las crueles cuchilladas que te depara el destino, el 'chou' debe continuar
El hastío del entrellado
Psicotrópicos
Las nuevas generaciones lo ignoran, pero antaño la política rezumaba tono científico y la dirigían tipos que gastaban la seriedad algo tímida del empollón de la clase. Pero esto cambió cuando los partidos imitaron el modelo yanqui de confeti, bandas de música escupiendo el trueno ... vocinglero de sus melodías, público tocado de sombreritos acartonados, chapas con el careto estampado del líder decorando la pechera de los fervorosos militantes y una lluvia final de globos que causaban regocijo infantil. Sí, nuestra política aceptó los importados métodos para seducir al votante y el mensaje, lógico, también se infantilizó. Aterrizó el espectáculo de camelo y cosmética. Llegó el máximo circo. La vida se tornó globo y se globalizó.
Pero en el universo del espectáculo existe una norma que se mantiene a rajatabla y que hoy, nuestra política espectacular de retiros espirituales que duran cinco días, mira por donde, no ha plagiado. Ante los dramas personales y las crueles cuchilladas que te depara el destino, el 'chou' debe continuar. Falleció el padre de Lina Morgan y esa noche no se le ocurrió anular la función. Se tragó la infinita pena, disimuló y cumplió con su obligación. Falleció la hija de Toni Cantó y él tampocó suspendió la obra de teatro que representaba. Son un par de ejemplos. Tampoco conozco casos de columnistas que, ante una pérdida devastadora, dejasen de enviar el artículo. Las estrellas de la radio faltaron a sus programas sólo si el horario del directo les coincidía con el funeral. Los faranduleros, pues, pese a la mala fama de sus existencias de saltimbanqui profesional, pese a vivir a salto de mata, demuestran un pundonor que raya con la ferocidad sarracena. Nuestro jefe supremo, cargado de elevadas responsabilidades, suspendió su agenda durante dos jornadas cuando falleció su suegro (desde aquí un sincero pésame, faltaría). El más bisoño de la tribu farandulera jamás se atrevería a semejante pausa. La nueva política, por lo tanto, copia del espectáculo sólo lo que le interesa. En fin.
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