No en mi nombre

No en el mío porque yo creo que es indigno negociar con un prófugo reaccionario y xenófobo, que ha chanteado al presidente del Gobierno para que pueda gobernar a cambio del apoyo de sus diputados. Esto es, como dijo Sánchez, hacer de la necesidad virtud. No sé si la exposición de motivos de la norma incluirá este criterio de oportunidad.

No en el mío porque creo en el principio de igualdad ante la ley. Lo que Sánchez pretende es eximir de responsabilidad penal a quienes delinquieron y dicen todavía que volverán a hacer lo mismo por lo que fueron condenados. Pero lo más llamativo es que esta amnistía se plantea por exigencia de unos pocos que tienen causas pendientes con la Justicia.

No en mi nombre porque la amnistía supondría una deslegitimación del Supremo y del Parlamento que aprobó la aplicación del artículo 155. Si ahora se borran sus delitos, parece claro que fueron las instituciones quienes actuaron de forma ilegítima y arbitraria. La intervención del Rey quedaría también cuestionada.

No en mi nombre porque, siguiendo el criterio del propio Sánchez, de Carmen Calvo, de Grande-Marlaska, de Campo y de otros ministros y dirigentes socialistas, estoy convencido de que la amnistía es inconstitucional. Eximios catedráticos de derecho penal como Enrique Gimbernat lo han argumentado.

No en mi nombre porque la amnistía supondría que el fin justifica los medios y que, si se disponen de los votos necesarios, una minoría puede torcer las leyes y el Estado de Derecho. El daño reputacional al sistema sería inconmensurable con graves consecuencias a largo plazo.

No en mi nombre porque el independentismo catalán ha abrazado una ideología xenófoba, que excluye a la mitad de la población y los relega a la condición de ciudadanos de segunda. Ya sabemos las catástrofes provocadas por el nacionalismo a lo largo del siglo XX. Lean lo escrito al respecto por Isaiah Berlin.

No en mi nombre porque yo combatí modestamente el franquismo y me manifesté en la calle por una amnistía que suponía una verdadera reconciliación entre los españoles, no como la parodia que se está fraguando ahora en la sombra y que corrobora que la historia se repite como farsa.

Y no en mi nombre porque estoy convencido de que esta medida agudizará la división entre los ciudadanos. Sólo contribuirá a agrandar la fractura entre los dos bloques y destruirá la posibilidad de llegar a acuerdos. No, no y no.