TIRO AL AIRE
Sonido ambiente para un Papa
Cada católico es libre de tener su propia opinión sobre él, pero unos y otros convergen en que Francisco ha escuchado el sonido del mundo
Torrijas o trabajo
Miedo a la mina
El año que murió Juan Pablo II, yo trabajaba en Euronews, la televisión europea. Desde sus estudios centrales en Lyon, los equipos de cada nacionalidad retransmitíamos en directo lo que sucedía en el Vaticano. Como ya han pasado muchos años, creo que Juan Pablo II ... , hoy santificado, me perdonará que cuente aquí lo que nos sucedió, a una compañera y a mí, en su funeral. Aquellos días, los periodistas no especializados en el Vaticano manejábamos unos listados de términos eclesiásticos. Del camarlengo, el 'rogito' –el documento que recoge la vida del Papa–, a las partes de la vestimenta de los cardenales –muceta, cíngulo…–. De los colores y su simbología en la Iglesia a cada uno de los procesos del cónclave –¿cómo olvidar la primera vez que una descubre el origen del concepto 'fumata blanca'?
Las imágenes llegaban en directo desde Roma y nosotras nos afanábamos en ir poniéndoles voz, desgranando los nombres de los asistentes y los detalles de la ceremonia. Llegó un momento en el que dominábamos los términos con tanta soltura que, al ser conscientes y mirarnos, nos entró la risa. Era una risa orgullosa que, sin embargo, nos impedía hacer nuestro trabajo: explicar y añadir contexto al funeral. Se volvió tan incontrolable que nos vimos obligadas a silenciar los micrófonos.
Primero un rato pequeño, luego otro y otro. Durante todo ese tiempo, en la retransmisión en español, se escuchó el sonido ambiente del funeral. Más tiempo, mucho más, de lo que habíamos previsto. Sólo cuando estuvimos bien serenas recuperamos la narración. No hubo reprimenda por parte de nuestros jefes. Sí una inesperada sorpresa los días posteriores. Comenzaron a llegar mails y mensajes –todavía no existían las redes sociales– felicitando al canal por la retransmisión «tan limpia» del funeral del equipo español. Sonido ambiente, habíamos dejado mucho sonido ambiente. No habíamos tapado con nuestras documentadas voces lo que estaba sucediendo.
Me acuerdo de aquel mal trago profesional que, al otro lado, se interpretó como un trabajo impecable, con la muerte del Papa Francisco. Cada católico es libre de tener su propia opinión sobre él, pero de un lado y de otro, creo que unos y otros convergen –y esto va más allá de los católicos– en que ha sido un Papa que ha escuchado el sonido ambiente del mundo. A veces, como los periodistas, las instituciones y los centros de poder, Iglesia incluida, se empeñan en lo contrario. En no escucharlo. Francisco, no sé si más revolucionario, más populista o más conciliador que sus predecesores, sí quiso hacerlo. Sabemos que eso la gente lo agradece. En el funeral de un Papa, en Roma y en el mundo entero. La vida, sin tanto intermediario. Fijo que Bergoglio y Dostoyevski ya están conversando de esto mismo ahí arriba.
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