TIRO AL AIRE

Si no existe el político bombero, ¡inventadlo!

Como la energía ni se crea ni se destruye, toda la que los políticos utilizan en insultarse regresará algún día para quemarlos en la hoguera

Salvad al caracol

¿Quién mataría dragones por nosotros?

Pues ya estaría. Ahora que ya no queda nada por quemar en la relación Estado-Comunidades ni en el diálogo PSOE-PP, ha llegado el momento de crear el Ministerio número 23 o 24 o 25 –perdón, no sé por dónde va la cuenta–: la ... cartera antiincendios. A su vez, urge montar un nuevo departamento en los partidos. Con ese mismo nombre. Por ley. Hay que empezar a fichar bomberos y apagafuegos como sea. Y que se les pague como corresponde. En este país, decía Podemos antes, había que romper el bipartidismo. Se equivocaba. Aquí la verdadera urgencia es apagar sus incendios. Solo hay llamas en el debate político y como en los montes, el 90 y pico por ciento son provocadas. Unos echan gasolina al bosque, otros encienden cerillas con la boca. Y la tecla. Un cubo de agua a tiempo. Un Canadair. Un poco de tierra sobre el conato y nos ahorraríamos disgustos, asfixias y tierra quemada. Necesitamos una red de vigilantes fijos y móviles. Patrullas y extintores. Y no sólo en verano. También en invierno. Que empieza el curso y ya saben cómo viene. Irrespirable de tanta partícula en suspensión. Se calcula que extinguir el fuego de una hectárea cuesta más de 10.000 euros. La prevención requiere menos ceros. También en política. Lo que nos ahorraríamos todos.

Supongo que en los partidos creen que ponen a los más valientes en según qué puestos. Portavocías incluidas ¿Bomberos? No exactamente. Un portavoz bombero parecería un vocero tímido, de los que piensan las cosas antes de hablar, de los que reflexionan y usan palabras medidas, retardantes. Un tibio. Un moderadito. Como se dice –insulta– ahora. Uno de esos que no te garantiza gresca, llamas, calor ardiente. La foto. El titular. No, los partidos no trabajan por la prevención. Prefieren la extinción. Se creen que así luego perimetran a su gusto. ¿La ceniza? Daño colateral. Lástima que a ellos no les manden auditorías para valorar sus planes de prevención.

Como la energía ni se crea ni se destruye, toda la que los políticos utilizan en insultarse regresará algún día para quemarlos en la hoguera pública. Esa que les recuerda lo que hicieron cuando no debían. Incluido provocar más incendios. En lo nuestro.

Decir de alguien que es un pirómano lo puede hacer un juez, bajo sentencia. Lo pueden opinar los ciudadanos en el uso de su libertad de expresión. Por la rabia y el lamento. Por lo de las metáforas, podríamos decirlo también los columnistas. Pero no debería hacer falta. ¿Qué necesidad de echar más leña al fuego?

Pero la enfermedad es incurable. El incendio, inextinguible. Porque son demasiados quienes necesitan las llamas para seguir gobernando. O haciendo oposición. Se apunta que, en chino, crisis quiere decir oportunidad. No sé nada de chino. Sí que el Gobierno padece una crisis –muchas, en muchos flancos– pero a la oposición siempre se le escapan las oportunidades. O las quema.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios