TIRO AL AIRE
Dudas sobre lo de Nadal
¿Sólo hay igualdad desde la revolución? ¿No vale de nada sembrar un poquito, colarse por una rendija?
Luis, Bertín, Pedro y otros chicos del montón (16/1/2024)
Urge inventarlo (11/1/2024)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónRafa Nadal va a llevar su Academia de Tenis a Arabia Saudí y lo están mandando a la hoguera, una altísima cuyas llamas se alimentan de billetes y petróleo. Es entre tanta llamarada donde he empezado a dudar. No sé si es mi espíritu ... de contradicción o mi lado feminista. Brujería, en cualquier caso. Pero dudo, insisto, y lo hago porque cualquiera que haya pasado por una escuela o academia sabe que en ella se aprenden bastantes más cosas que una materia o disciplina. En la academia de Nadal en Manacor hay profesoras. Y hay niñas. En la foto de Instagram que anuncia el acuerdo con la Federación de Tenis saudí salen tres, una más adelantada y más cerca del tenista. Estás buscando luz donde no la hay, me dirán los de la gasolina. ¿Qué haces intentando defender que un deportista millonario se venda al 'sportwashing'? Ya lo he dicho: dudar.
Si preguntan a un experto en Igualdad dónde hay que meterse para luchar contra la desigualdad de sexo en cualquier sociedad, escucharán esto: en la escuela. En la de allí. Mejor que una cruzada: estar dentro. La escuela de Nadal es de tenis, sí; pero es occidental. De acuerdo, no sabemos si se va a llevar a sus profesoras occidentales. Tampoco si en su Saudi Academy se obligará a las niñas, a partir de determinada edad, a velarse. Es su cultura, defienden algunos. Y son sus valores. Desconfío de los tan cacareados del deporte y no porque se fomente la competitividad o la ambición desmesurada, sino porque vivo al lado de un estadio-templo y cuando hay partido no detecto según qué principios en las marabuntas de las calles. Por eso, no albergo dudas con lo de jugar los grandes partidos de fútbol masculinos en Arabia. No veo cómo pueden contagiar democracia.
Pero el tenis es otra cosa. Hay partidos mixtos. La escuela de Nadal lo es. Hablamos de un deporte bastante más igualitario. En 1973 la tenista Billie Jean King se rebeló y exigió al US Open cobrar lo mismo que sus compañeros hombres. La organización se las apañó para pagarle. De algún sitio tuvo que sacar la pasta. Ahí también dudo: ¿qué viene antes, que el público busque igual a deportistas de ambos sexos o que la organización promocione igual a ambos sexos? ¿Es la masa o la organización la que decide? ¿Sólo hay igualdad desde la revolución? ¿No vale de nada sembrar un poquito, colarse por una rendija?
Veinte años antes de lo de Jean King, en 1953, el alcalde de Benidorm se fue a ver a Franco en su Vespa para pedirle que no lo excomulgara por permitir el bikini en sus playas. Lo consiguió, no sin agasajos, en nombre del turismo, es decir, del negocio. El nombre de Rafa Nadal vale tanto como el del turismo y el tenista, por supuesto, también hace su negocio. Pero aún así va a montar una escuela occidental abierta a las niñas en Arabia Saudí. Dudo si ese partido que sabemos montó alguna academia de algo en Irán.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete