La huella sonora

Honestidad brutal, eso es todo

El martes hizo veinticinco años desde que Calamaro se sacó de la manga el mejor disco de la historia del rock en español

Andrés Calamaro: «Es paradójico que la generación de españoles que menos penurias ha sufrido sea la que ha dinamitado España»

Calamaro en uno de sus últimos conciertos Fernando Blanco

20/04/2024 a las 19:21h.

Yo pasé mi primera juventud bebiendo cerveza con Luis Pérez mientras escuchábamos una y otra vez a Los Rodríguez en El Granero, un bar de Valladolid que ya no existe, como Los Rodríguez y probablemente como nosotros. Por entonces yo aun no escribía y ... él todavía no era pintor así que nos limitábamos a cantar una y otra vez aquel disco, 'Sin documentos', abrazándonos como barras bravas recién ascendidos de 'la b'. Luego llegó 'Palabras más, palabras menos' y en la cumbre de su apoteosis y de la nuestra, sacaron 'Hasta luego' y se disolvieron, dejándonos con esta cara de idiotas en mitad de un rock and roll, con la camisa de leñador por fuera y la cerveza sin pagar. Así que no nos quedó más remedio que hacer lo mismo, abandonar definitivamente las armas e integrarnos en la sociedad. Con más pena que gloria, por cierto. A Luis le dio entonces por pintar y ahora hace cuadros hiperrealistas que yo no puedo pagar. Así que yo hago columnas hiperrealistas para estar a la altura. Apenas eso.

Yo estaba convencido de que Calamaro fracasaría en solitario y maldecía esas pulsiones de artista soberbio, que son desplantes a uno mismo y, sobre todo, a mí. Pero entonces escuché 'Flaca' y 'Loco', me mesé la perilla y tuve que salir disparado a comprar 'Alta Suciedad'. Esto era 1996 y me impactó tanto que, desde entonces, no ha pasado una sola semana sin escucharlo. Andrés había tocado techo y ya solo faltaba acompañarle en su decadencia. Realmente tenía curiosidad por saber cómo terminaba la cosa y tenía mala pinta, no sé, Jim Morrison, Townes Van Zandt, Rafael de Paula. Pero entonces salió 'Honestidad brutal' y la cuesta no solo iba hacia arriba, sino que el tipo se sacó de la manga el mejor disco de la historia del rock en español. El martes hizo veinticinco años de eso. Aunque, en realidad hace veinticinco años de casi todo, que diría Gil de Biedma. En cualquier caso, nadie ha logrado superarlo y yo he venido aquí a celebrar el cumpleaños con ustedes. La cosa siguió, por cierto, con 'El Salmón', otra obra maestra que defiendo con vehemencia y de la que creo que no me he recuperado del todo. Y ese ciclo terminó en el Palacio de los Deportes un día de noviembre de 2005 dentro de la gira de 'El regreso'. Yo iba con Pedrito y llevábamos una camiseta en la que ponía: «¿Os dais cuenta de las cosas que tengo que hacer para que me tengáis respeto?» y ambos mantenemos delante de quien quiera que ese fue el mejor concierto que hemos visto en mi vida. Y, créanme, yo he visto muchos cientos. Y, además, ¿qué narices? Da igual, quizá no lo fuera, a quién le importa. Lo importante es que ese día Andrés tocó techo. Y también lo toqué yo.

El 31 de mayo Calamaro comienza gira en Burgos y estará tocando en España durante todo el verano. El 23 de mayo Luis Pérez expone sus obras maestras en V22, en Chamberí. Y yo hago lo que puedo delante de ustedes cada mañana, mirando y escuchando a estos dos para que no se me olvide cómo comenzó todo, de qué va esto y, sobre todo, cuál es el nivel exigido. Y cuando sienta que no llego, de nuevo al bar, que está todo tal y como lo dejé. Honestidad brutal, eso es todo.