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LAPISABIÉN

Teruel existe

El pueblo empieza a hacer cantares de ciego sobre el Parador

Vermut del sábado

La primera fe

Jesús Nieto Jurado

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«En el cielo manda Dios, y en la tierra los gitanos, y en la Batalla de Teruel los c... de Atilano» Ese grito quedó inherente a una ciudad y una batalla que adelantó Stalingrado en la crueldad. Teruel existe desde sus alturas, desde la ... belleza de su mudéjar, desde su torico misterioso y frío que mira sin mirar y que contempla ahora una presunta escena berlanguiana. Es una anécdota turolense, quizá, pero lo del Parador y lo que supuestamente aconteció dentro ha tenido a media España a verlas venir en plenas vacaciones. Los Paradores fueron multiplicados por Manuel Fraga, que otro gallego, Camilo José Cela, aprovecharía hasta la saciedad pues procuraban buena pitanza y mejor holganza que era la dualidad que luego le daba al de Iria Flavia para sus cachondos, líricos, ventosos y creativos despertares de la siesta.

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