TIGRES DE PAPEL

Todo es personal

Lo que nos pasa tiene una única causa y es que nos gobiernan personas que están moralmente en ruinas

El discurso de Feijóo o el valor de una derrota (26/9/2023)

La tercera España no existe (24/9/2023)

Todo es personal. Por eso uno empieza a fraguar la ideología en el patio del colegio con lo poco o lo mucho que se trae de casa. No me refiero al ser de izquierdas o ser de derechas, que eso son categorías recientes y hasta ... casi accidentales. Apelo a lo más profundo, a la ideología que arraiga en axiomas básicos, como aquellos que nos recuerdan el valor de la palabra, la lealtad hacia el amigo, la instintiva reacción frente al poder despótico, la insurrecta vocación con la que se aspira a defender aquello que llamamos justo. Todo se forjó en los primeros años, por el consejo de una abuela o la instrucción de un hermano. Fuimos y somos embajadores de aquellos que nos enseñaron, por lo que mostrar nuestras miserias es tanto como delatar a nuestros padres.

Hace tiempo que no discutimos sobre principios verdaderamente políticos, pues no hubo nada socialista en lo de Pérez de los Cobos, ni en la gestión de la valla de Melilla, ni tampoco en la súbita transición de ministra a fiscal general del Estado, ni en decir que un expresidente instigó unos atentados desde la tribuna del Congreso. Todo está vacío. Tan vacío como el desprecio por la cultura, por la verdad, por la belleza. Lo que encontraremos en las próximas semanas de fango y fuego no será la muestra de ninguna convicción ni de ningún principio. Será la prueba de la pobre necesidad de unos hombres igualmente pobres que se harán capaces de impugnar nuestro pacto de convivencia, amnistía mediante, para malograr la milenaria 'isonomía' y, de paso, su credibilidad. Que no somos iguales ante la ley era algo que ya se sabía. Pero en público, al menos, se guardaban las formas. El pudor es una saludable concesión con la que sabiéndonos mediocres aspiramos, al menos, a que nadie nos pille. Como Adán y como Eva, que confesándose fallidos corrieron, al menos, a cubrirse.

Insistimos en llamar político a lo que es secretamente moral y no responde a ninguna razón pública. Gran parte de la catástrofe que observamos en la política española de nuestro tiempo es algo estricta y hondamente íntimo, y sólo se puede explicar en virtud del profundo desmantelamiento de la estructura secreta que rige el ánimo de aquellos que nos representan. No busquen en los libros de Laclau o en las páginas de Marx. Lo que nos pasa tiene una única causa y es que nos gobiernan personas que están moralmente en ruinas. Solo así se explica que pueda sonreírse ante una mentira. Solo así se comprende la esperpéntica manera con la que algunos y algunas comparecen en el Congreso. Sólo así se justifica la servil manera con la que demasiadas personas insisten en satisfacer al líder, devorados por la vanidad y por un terror que sólo es signo de un pobre egoísmo. Los gritos, los pataleos o los insultos en la Cámara, vengan de la bancada que vengan, no expresan ninguna ideología. Son la simple evidencia de una falta biográfica antigua e irreparable.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios