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EL BURLADERO

La Vuelta sí, pero de los israelíes

Esta misma caterva de sujetos jamás se manifestó cuando sus gudaris de ETA mataban, secuestraban o extorsionaban

Cruzar las líneas sin mentir

La España del caos

Carlos Herrera

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Me iba a tirar de cabeza al asunto de Nestlé y el despido del directivo que mantiene una relación sentimental con otra empleada de la casa. E iba a preguntarme si ese despido se habría producido de ser mujer la directiva y hombre el ... cómplice de, al parecer, adulterio. Algo me dice que no. Es como lo de las pastillas azules que dice la ex mujer de Ábalos que le encontró en un cajón: menudo escándalo, el que esté libre de culpas que tire la primera piedra. En cuanto a los trabajos, si hay que echar a todo el que ha tenido una historia sentimental con compañeros/as, se quedan las empresas temblando. Pretendía lo anterior, pero ante el espectáculo de los proetarras en la Vuelta a España disfrazados de pro palestinos, no hay duda de a qué dedicar el espacio. En Bilbao, antisemitas puros, filoterroristas confesos, reventaron un final de etapa y asaltaron la libertad de las personas, tal y como han venido haciendo durante muchos años, con la excusa de Palestina y de la crueldad del trato a muchos inocentes gazatíes. Esta misma caterva de sujetos jamás se manifestó cuando sus gudaris de ETA mataban, secuestraban o extorsionaban; antes al contrario, jaleaban sus hazañas. Son los mismos que ahora brindan homenajes a los criminales que el gobierno del PNV –y el PSE– pone en la calle en virtud de los acuerdos de Bildu con Sánchez. Son viejos conocidos de la afición española y la muestra más visible de la honda enfermedad que carcome la sociedad vasca, no tanto por manifestarse contra Israel, cosa que pasa en más lugares, sino por hacerlo desde la estrategia borroka de los etarras, con la que ha convivido la mayoría de ciudadanos sin abrir la boca. A esa gentuza le gustan los terroristas, con lo que es lógico que apoyen a Hamás: si enaltecen a ETA, niegan su historia criminal, consideran justa la «lucha armada» en función de un «conflicto», ¿cómo no van a compartir las actividades de los terroristas palestinos que abogan por limpiar de judíos todo el territorio que va del Jordán hasta el mar? La escena de una masa avasallando la carrera y amenazando a ciclistas que competían libremente por un triunfo deportivo da una idea acerca de la radicalización irreversible de una parte de la sociedad vasca que, le pese a quien le pese, acabará desalojando al PNV del poder omnímodo que lleva disfrutando décadas y hundirá aún más el futuro, de por sí un tanto sombrío, de una Comunidad abocada a todas las desgracias. El Psoe, suicida e irresponsable, ha optado por blanquear a esta gentuza sin apercibirse –cuando lo hagan será tarde, si lo hacen– de que abocan a esa tierra a un porvenir tenebroso.

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