EL BATALLÓN
El imparable declive
Mientras en China se populariza la batería extraíble de coche eléctrico, el último y más relevante invento europeo es el taponcito que se pega a las botellas
Sin novedad en el cuerpo de guardia
Soler Serrano, 0; Broncano, 14
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Iniciar sesiónEuropa parece engatusada por esa especie de carta a los Reyes Magos que son los llamados Objetivos del Milenio de la ONU y su secuela más inmediata, la pamplinera Agenda 2030 y su circulito buenrrollista y presuntamente virtuoso que señala el camino hacia «el ... desarrollo sostenible, la igualdad, la diversidad» y otros célebres blablablás del momento, y que distingue a los nuevos «apocalípticos» de los «integrados». Ya les anticipo que quien esto escribe se halla entre los segundos, abrumado, perplejo y sin comprender cómo hemos llegado hasta esto. Tan centrados han estado en Bruselas en redactar el nuevo catecismo (naturalmente laico) social y progresista que se les ha olvidado cosechar para garantizar la prosperidad y el verdadero desarrollo de los individuos y de las sociedades que los aglutina. Remata el esquema el 'wokismo' rampante que estigmatiza y expulsa del rebaño a los que, aún vivos, no se ajustan al nuevo canon moral. Peor suerte corren los muertos, a los que se borra de la historia sin que puedan decir ni pío .
Toda esta monserga políticamente correcta corona, cómo no, el ideario del sanchismo, donde todo lo que tiene apariencia de fútil se hace dogma de fe y donde las pamemas son encumbradas a asuntos de Estado en esa extraña cosa que antes llamábamos España y ahora –sometida a tan desconcertante momento– no sabe muy bien bien qué quiere ser de mayor, si una confederación de pueblos ibéricos, si una federación de naciones más o menos ancestrales o sepa usted qué otra estructura política, nada extraño si hasta Patxi López, tradicionalmente tan desavisado, se dio cuenta de qué pie cojeaba Sánchez: «pero Pedro ¿tú sabes lo que es una nación?». La balbuceante respuesta de este hace entendible el descalzaperros posterior. Una vez que el marido de Begoña entró en La Moncloa lo hicieron con él los Objetivos del Milenio y todas sus paparruchas de la Agenda 2030.
Así las cosas, mientras en China se populariza la batería extraíble de coche eléctrico que cada noche puedes cargar cómodamente en un enchufe de tu piso, el último y más relevante invento plenamente europeo es el taponcito que se pega a las botellas de plástico. En la esfera digital, todo sigue inventándose en el valle de Santa Clara, allá en Cupertino, o en el Extremo Oriente, que parece que ambos actores jueguen una partida de ping pong donde Europa sólo es la red que mira cómo la pelota va de un lado a otro.
Entretenidos los europeos en semejantes menesteres de corrección política que se cocina en los matraces de la izquierda, no es extraño que EE.UU. y China den sopas con honda a Europa en prosperidad, competitividad e inversión. Consciente del lastre que hunde la influencia y garbo político y económico de la UE, Von der Leyen encargó a Draghi y Letta que elaboraran un cronograma de posibles soluciones para que el Viejo Continente y sus habitantes recuperen el brío de antaño. A buenas horas... Pero abandonen toda esperanza, no hay nada que hacer mientras el milenio tenga como objetivo ese 'mealegrovertebueno' del catón progre y siga de aquí hasta 2023 el circulito vicioso del desarrollo (in)sostenible.
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