La Alberca
Ministerio de Bulos y Bulas
Lo mejor del nuevo salmorejo sanchista es que persigue la injuria contra los suyos y la fomenta contra los otros
De Quintero a Broncano
Limpiarse el cupo en las cortinas
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl bulo es un vicio del sometido y la bula es una depravación del poderoso. Y este es el segmento exacto en el que cabe el sanchismo. Su trepidante Plan de Acción por la Democracia, cuyo título es una asunción implícita de que bajo el mandato de Sánchez la libertad peligra y merece ser rescatada ... , oscila entre el castigo a las injurias que le son contrarias y la indulgencia con las calumnias que le son favorables. El Gobierno pretende asumir el control sanitario de la información para cribar las noticias de manera que la verdad tenga que pasar a partir de ahora por el filtro administrativo antes que por el judicial, como las multas de tráfico. Y al mismo tiempo, la parte más caída a la izquierda pregona que legislará para despenalizar las injurias a la Corona y las ofensas religiosas. Sólo falta saber si la palabra 'religiosa' incluye todos los credos o sólo el católico. Pero de entrada la batería de medidas huele a fritanga bananera. Esto en Cuba no pasa con el Granma ni en Venezuela con el 'Aló presidente'. Hasta Mertxe Aizpurua, que antes de ser socia de investidura fue periodista en el diario Egin y puso el famoso titular el día que liberaron al funcionario de prisiones secuestrado en un zulo –«Ortega Lara vuelve a la cárcel»–, sabría distinguir. Ella sabe bien que la Justicia persigue los bulos informativos desde que España es una democracia libre. Lo ha vivido en primera persona. Conoce cómo funcionan los procesos civiles sobre el honor de terceros y, sobre todo, los penales por delitos de injurias y calumnias. Y sabe que cuando las decisiones sobre la veracidad de una noticia se toman en el despacho de un funcionario nos acercamos más a 'Gran Hermano' que a 'Ciudadano Kane'. Es decir, para combatir el abuso editorial, que existe, su solución es la limitación de la libertad de expresión. Muerto el perro, se acabó la rabia.
El batiburrillo de medidas anunciadas por Bolaños es un cebo que nos distrae del peligro del Ministerio de la Verdad. Claro que hay 'fake news' y por supuesto que hay pseudomedios. Pero ambas aberraciones son perseguidas por la Justicia. La pirueta sanchista intenta usurpar la potestad de otro poder del Estado para crear verdades oficiales desde La Moncloa. Ojalá buscase transparencia en la financiación de los medios porque eso nos permitiría ver cómo el PSOE prima a los afines sin audiencia y castiga a los líderes independientes en muchos de los sitios donde manda. El Gobierno más mentiroso de la historia no puede plantear un programa de este tipo con credibilidad. Está bien que legisle sobre el uso de las redes sociales o contra el anonimato impune. Pero este salmorejo que ha cocinado Sánchez en pleno escándalo familiar es cesarista. Ministerio de Bulos y Bulas: contra mí nada, contra mi adversario todo. Se trata de darle la vuelta a la libertad como a un calcetín, que el primer poder vigile al cuarto, no al revés. Pero el periodismo, como reza el aforismo, es publicar una verdad que alguien no quiere que se publique. Y aquí seguiremos quietos en la cara del toro. Puerta grande o enfermería.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete