lente de aumento
Prohibir la estupidez
La batucada mental de la izquierda bullanguera les lleva a querer ilegalizar a Vox. Democracia selectiva, que se dice
Sánchez, fiera herida
Sánchez y el indigno mal menor
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Iniciar sesiónMe los imagino en plena batucada mental, que tiene los mismos síntomas que la empanada pero es mucho más de izquierdas. Semblante serio, en modo vamos a hacer historia. Arracimados en círculo, claro.
Uno, da igual el nombre porque los nombres cosifican, eso lo tiene ... claro, se levanta y suelta: «Compañeros, compañeras, compañeres. Los terribles sucesos acaecidos en Torre Pacheco no pueden volver a repetirse. La horda fascista debe ser exterminada; sus líderes, encarcelados; sus simpatizantes, reprogramados». Tras los «eso, eso», y unos aplausos tipo supremo líder norcoreano, la disidente de cabecera preguntó: «¿Sabemos quiénes son los líderes?».
Merche, sin género definido pero con las ideas muy claras, se elevó sobre los murmullos: «Oye, oye, que ya sabéis que yo estoy a favor de todo lo que sea prohibir, anda que no me he despelotado en Pamplona contra los toros, pero es que en este caso no tengo claro a quién tenemos que ilegalizar».
«A Vox, hija, a Vox». Fue decirlo y la asamblea estalló en vítores, aplausos, abrazos cómplices y hasta alguno/a/e no pudo contener las lágrimas. Lo dicho, a puntito de hacer historia.
Y Merche a lo suyo. «¿Por lo de cazar inmigrantes? Migrantes, perdón? Es que no sé si los 'jueces-fascistasvendidosalcapitalexplotadordelaclaseobrera' (así, sin respirar) van a necesitar pruebas».
El secretario, que para entonces ya había pedido unas sales, recitó el artículo 10 de la Ley de Partidos Políticos, que reza, perdón, dice así: «Cuando de forma reiterada y grave su actividad vulnere los principios democráticos o persiga deteriorar o destruir el régimen de las libertades o eliminar el sistema democrático». Como para entonces Merche ya estaba viendo recetas en TikTok, el camarada resumió: «Vulnerar sistemáticamente las libertades fundamentales, exculpar los atentados contra la vida, la persecución de personas por su ideología, nacionalidad...». Guardó el papelito y propuso votar la resolución, no sin antes recordar que a continuación se daría paso a una charla-coloquio sobre la necesidad de que el Ministerio de Cultura prohíba la emisión de la 'La vida de Bryan', un engendro capitalista.
Todos miraron a Merche. «¿Habéis leído el poema de Martin Niemöller? Veo bien lo de ilegalizar a Vox y todo eso pero como cojan carrerilla luego irán a por los compis de Bildu por etarras; los de ERC y Junts, por indepes; Pudimos, por anticonstitucionalistas; nosotros, por gilip...».
Para ese momento, al secretario le sujetaban varios compañeros. Aurora, enfermera ayurvédica, advirtió que si seguía con ese tono violáceo habría que hacerle una traqueotomía. «Pobre, con lo empollado que lo tenía. Si a Conde-Pumpido lo llama cariñosamente 'Candi' y lleva en la riñonera una estampita con su jeta». «Ya, Aurora, pero se supone que hoy en el orden del día se trataba de discutir el cambio de nombre del partido». «Merche, qué pesadita con lo de que Compromís suena a higiene femenina».
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