Suscribete a
ABC Premium

Sin piedad, sin esperanza

CONSTITUYE un hecho incontrovertible que la opinión pública europea se inclina de modo predominante hacia la causa palestina, del mismo modo y por la misma razón que se muestra mayoritariamente antiamericana. Quizá se trate de un resabio no abolido de la guerra fría, o de ... una de esas contradicciones que la izquierda occidental asume con enorme desparpajo, como la de la simpatía inquebrantable por la dictadura -antes llamada revolución- cubana. Hay un progresismo confortable que gusta de redimir su conciencia internacionalista apostando por bandos o situaciones que jamás toleraría para sí mismo; la evidencia palmaria de que Israel, con todos sus flagrantes abusos, representa la única democracia de un Oriente Medio dominado por la intolerancia y el fundamentalismo no ha resultado nunca suficiente para ganarle el apoyo de una izquierda capaz incluso de comprender o justificar el más largo y contumaz de los terrorismos contemporáneos. Pero que las cosas sean como son no significa que haya que resignarse ante este manifiesto doble rasero.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia