Crean un programa informático que aconseja qué especies salvar en función del dinero disponible

Han hecho la prueba con 700 de las especies más amenazadas de Nueva Zelanda.

«La tasa de extinción de especies es peor cada año. Y los fondos destinados a detener tal pérdida de biodiversidad no aumentan», explica el profesor Joseph Bennett, de la Universidad de Queensland.

«Si te encontraras en una biblioteca en llamas, ¿qué libros salvarías del fuego? ¿Los menos numerosos (los más raros y antiguos) o un gran volumen de tomos menores?», pone como ejemplo Bennett.

Con las especies silvestres de flora y fauna ocurre algo similar. Existen taxones únicos y muy vetustos. que atesoran una gran información genética (fruto de millones de años de evolución y de aislamiento, ya que tienen pocos «parientes» cercanos), y taxones cuyo origen es más reciente en el tiempo. Los primeros, explica Bennett, podrían desempeñar un beneficioso e importante papel en los ecosistemas y para la ciencia. Y cita dos casos, el del ornitorrinco -uno de esos «libros raros» de Australia, cuyos ancestros se separaron de los mamíferos en algún momento hace 160 o 200 millones de años- y el del también «anciano» ginko bilboa, que estuvo al borde de la extinción y hoy se usa en medicina.

El programa informático diseñado busca el equilibrio entre el número de especies protegidas y la cantidad de éstas que se engloban dentro del grupo de «rarezas», tal y como detalla la institución (pdf; inglés) en una nota.