El FBI ha ayudado a la Policía Nacional en la caza del pederasta de Ciudad Lineal

«Ningún cuerpo policial se había enfrentado a un hecho de esta complejidad», ha asegurado Fernández Díaz en la comparecencia informativa en la que ha confirmado la detención y ha ofrecido algunos detalles de la investigación. En la «operación Candy» han participado efectivos de la Policía Nacional tanto de Madrid como de fuera de la comunidad madrileña, que era en donde actuaba el presunto autor de los abusos a menores . El ministro ha felicitado de manera «muy sincera» el trabajo realizado por el cuerpo policial y ha felicitado a todos los que han participado en la operación.

«Se trata de un pederasta no preferencial», ha dicho el ministro. «El presunto autor de las agresiones cumplió una pena de 7 años por retener y agredir a una menor de 6 años en los 90», ha explicado. El detenido, Antonio Ortiz, era de nacionalidad española de 42 años aunque «aparenta menos edad», ha dicho. Se dedicaba a la compraventa de vehículos por lo que disponía de una amplia variedad de vehículos a su disposición.

Se ha demostrado su participación en cuatro actos consumados, un posible quinto acto y tres tentativas . Además, el ministro ha asegurado de que se trata de un pederasta «no preferencial» porque no conocía previamente a sus víctimas.

Tenía antecedentes de secuestros, robos con violencia, agresión y pertenencia a banda armada . Tenía afición al culturismo y las artes marciales, y tenía incluso relación con el crimen organizado. Asimismo tenía amplios conocimiento tecnológicos por lo que podría haber volcado contenidos sobre las menores en la red.

El domicilio del presunto pederasta de Ciudad Lineal ha variado y ha llegado a dormir el coche. Además podría haberse escondido en otro piso propiedad de su madre. El piso de Madrid pertenece a su familia y está deshabitado, aunque las autoridades se niegan a dar los datos de la ubicación exacta . Actuaba no solo en los pisos, sino en el coche o en descampados.

El delincuente al que se buscaba secuestraba a las menores en distintas zonas de este distrito, en parques o inmediaciones de colegios y había sembrado de alerta el barrio de San Blas y de Ciudad Lineal. El arrestado actuaba a última hora de la tarde. El sospechoso retenía entre cuatro y cinco horas a las menores, a las que sometía a agresiones sexuales, antes de abandonarlas junto a estaciones de Metro. «Su frialdad le llevaba a bañarlas» antes de volver a soltar a las menores, ha dicho Fernández Díaz.

La variación de su modus operandi dificultó las labores de investigación. Además, la ausencia de testigos adultos y la pobreza de los datos provenientes de sus víctimas, hizo que el trabajo tuviera que partir del análisis de datos masivos, dice Fernández Díaz. Otra complicación para la investigación, según el ministro, ha sido que las víctimas son de corta edad, por lo que su testimonio era «de escasa calidad», además de que en algunos casos habían sido narcotizadas.

Además, los investigadores no contaban con testimonios de testigos adultos y han tenido que basar sus pesquisas en datos como matrículas de automóviles y comunicaciones.