Detienen a responsables de un club de fútbol canario por usar a menores para una presunta estafa de rifas fraudulentas

Las investigaciones permitieron constatar que un grupo de menores, de entre diez y once años, eran trasladados por responsables del club o por sus madres a zonas de gran afluencia de público, donde entregaban a los niños los boletos para la venta y recogían el dinero recaudado, ha informado este miércoles la Jefatura Superior de Policía de Canarias.

Las papeletas se vendían al precio de un euro y con ellas se podría participar en sorteos en los que se ofertaban consolas de videojuegos o noches de hotel.

Los boletos indicaban que lo recaudado con su venta serviría para sufragar los gastos del club, "lo cual motivaba un elevado número de ventas, abusando de la buena fe de los ciudadanos", agrega la nota de la Policía.

Sin embargo, tal y como han reconocido tanto los niños y las madres como los propios responsables del club, "las ganancias conseguidas se destinaban la mitad a las familias de los niños (0,50 euros por papeleta), y la otra mitad, supuestamente se destinaban a gastos del club".

Los menores escogidos para realizar esta actividad pertenecen a entornos sociales humildes y varias madres han reconocido que no tenían otros ingresos en la familia más allá de lo aportado por sus hijos mediante dichas ventas.

La otra mitad de lo obtenido, según les decían desde el club a las madres, era para financiar unos gastos de funcionamiento de la entidad, las fichas de los jugadores y los seguros médicos, aunque "ya estaban completamente cubiertos gracias a las subvenciones que dicho club recibía del Cabildo de Gran Canaria", de forma que los responsables de la entidad supuestamente se lucraban con el trabajo de los menores.

La Policía destaca "que no se trata de un rifa puntual, sino que la venta de rifas era sistemática, pudiéndose averiguar que en los últimos tiempos se encargaron como mínimo rifas por valor de 110.000 euros , lo cual testimonia lo lucrativa que puede ser esta actividad mediante el uso de niños de estas edades", hecho que "movía en los compradores el sentimiento de colaborar con ellos".

Uno de los niños obtuvo más de 1.000 euros al mes por la venta de los boletos. El Servicio de Atención a la Familia continúa haciendo gestiones para esclarecer estos hechos y no se descartan nuevas detenciones, recoge Efe.