Tres frentes diplomáticos para lograr un alto el fuego en Gaza
Reunión del Cuarteto en El Cairo, plan de Francia para Hizbolá y cumbre árabe en Riad
El avispero de Rafah: el paso fronterizo con Egipto que quintuplica su población y pasa de ser una zona segura a asediada
Sudáfrica presenta una «petición urgente» ante la CIJ por los planes de Israel sobre una ofensiva en Rafah
Tropas israelíes recorren la Franja de Gaza durante los combates en marcha
Antes de que el Ejército israelí ejecute su plan de atacar la localidad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza -pese a la profusión de advertencias de que se producirá una «matanza de civiles inocentes»-, la diplomacia mundial ha disparado munición ... de alto calibre en todas las direcciones para tratar de frenar la nueva fase de la guerra. El Gobierno de coalición israelí no se niega a participar en algunas de esas iniciativas de diálogo, que buscan una tregua inmediata, pero el primer ministro Netanyahu insiste en que nada detendrá la campaña, que no tiene fecha de final, hasta «aniquilar» al movimiento radical islamista de Hamás.
La última de las iniciativas que ayer trascendió fue el encuentro en El Cairo entre los directores de la CIA, William Burns, y del Mossad, David Barnes, en compañía de altos funcionarios del Gobierno egipcio y el primer ministro de Qatar, Al-Thani, en lo que se ha bautizado como 'El Cuarteto'. No trascendieron detalles de la presión a que fue sometido el jefe de la Inteligencia israelí, pero nada indica que Barnes ofreciera ninguna garantía de un alto el fuego.
Horas antes del encuentro en Egipto, el Gobierno francés dio a conocer una propuesta para evitar que el conflicto se propague al Líbano, donde desde el comienzo de la guerra son diarias las escaramuzas y choques entre el Ejército israelí y los milicianos chiíes de Hizbolá. En su papel de antigua metrópoli, Francia propuso al grupo radical proiraní retrasar 10 kilómetros sus posiciones en la frontera entre el Líbano e Israel, para apaciguar los ánimos. La respuesta a París del líder de Hizbolá fue furibunda y belicosa. Si Israel prosigue su campaña en Gaza «nosotros también expandiremos nuestro rango de fuego», dijo el líder de Hizbolá, Nasrallah.
Encuentro en Riad
También se agitan, en un carrusel de reuniones, los dirigentes del mundo árabe más afectado por la guerra. El jueves se llevó a cabo un encuentro en Riad entre los ministros de Exteriores de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Jordania, Egipto y la Autoridad Nacional Palestina. El encuentro en la capital saudí buscaba lograr una visión conjunta para el futuro de Palestina, una vez que termine la guerra en Gaza, dentro del esquema de los 'dos Estados' y siempre con la plantilla del territorio previo a la guerra de 1967. Es decir, con Jerusalén este como capital del nuevo Estado palestino. Una condición previa que rechazan de modo terminante la mayoría de los partidos en Israel, en particular la derecha y la extrema derecha.
Lo más destacable de la mini cumbre en Riad, según la prensa israelí, fue la invitación cursada por los saudíes a sus rivales cataríes para formar parte de ese bloque. Oficialmente, hasta ahora se objetaba el hecho -incuestionable- de que Qatar da cobijo y apoyo financiero a Hamás, lo que le convierte en parte interesada en el conflicto y poco grata a los ojos de los moderados de la Autoridad Nacional Palestina. En el fondo, pesa también la rivalidad entre Riad y Doha por ser la 'prima donna' del mundo árabe. La presencia de Qatar en el encuentro de Riad se interpreta también como la aceptación pragmática de los árabes moderados de que Hamás seguirá existiendo después de la guerra y tendrá que ser parte de la solución.
Lo más destacable de la mini cumbre en Riad, según la prensa israelí, fue la invitación cursada por los saudíes a sus rivales cataríes para formar parte de ese bloque
Todo será, no obstante, ruido de cascabeles mientras Israel no dé su brazo a torcer, renuncie a invadir Rafah a sangre y fuego, y exponga alguna visión del fin de la guerra y del 'día después'. Uno de los alicientes ofrecidos por Arabia Saudí para que Tel Aviv lo haga, y ponga fin a su campaña en Gaza, es el compromiso del mundo árabe de formar un frente junto a Israel para plantar cara a Irán. Netanyahu no compra por ahora la idea.