La sombra de Diana planea sobre la coronación de Carlos III

Así lo reflejaba la invitación a la coronación que tendrá lugar este sábado en la Abadía de Westminster por expreso deseo de su marido y con el beneplácito de la 'Firma', como se hace llamar la Familia Real.

Pero la sombra de Diana aún 26 años después del fatal accidente que acabó con su vida sobrevuela sobre este acontecimiento histórico. Si bien los ingleses han perdonado a Camila que fuese el motivo de la ruptura de su matrimonio con la por entonces princesa de Gales, Lady Di es inmortal.

Estas últimas horas en Londres hemos podido testar el ánimo de los británicos sobre este histórico acontecimiento. Hay una emoción contenida. Menos gente en las calles en estas horas previas que en acontecimientos anteriores. Y es que Carlos y Camila no son tan populares como otros miembros de la familia.

Muchos británicos esperaban que fuese su hijo Guillermo quien sucediese a su abuela Isabel II. El pueblo piensa que si hubiese sucedido esto y hubiera heredado la corona uno de los hijos de la princesa Diana, esta hubiese estado presente de alguna forma.

En el programa oficial de la coronación editado por Buckingham no se la menciona. De 'Queen' Camila se dice que apoyará a su esposo, el Rey, en su trabajo y papel como monarca. Además de defender una serie de causas y problemas cercanos a su propio corazón, desde la alfabetización infantil hasta el empoderamiento de las mujeres.

En las fotografías que lo ilustran uno puede ver una copia de lo que ya fue en su día la labor social que desempeñó Diana y cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.

«Cuando se coronó a Isabel II no se había emitido un 'The Crown', ni había una autobiografía como la de Harry», dice una londinense en conversación con ABC. Y es que los británicos ahora saben más sobre los trapos sucios de una familia que, aunque había protagonizado numerosos escándalos, nunca había revelado detalles tan íntimos en primera persona como los que ha hecho Harry en sus memorias y su documental.

Esto se nota en el ánimo de los británicos mayormente monárquicos que consideran que lo que vivirá mañana «es un hecho histórico», mientras que para otros muchos dan gracias a la coronación porque «el lunes será un día festivo», gracias a la familia real.