La factura de la guerra de Ucrania, un saco sin fondo
EL ANÁLISIS TÁCTICO DEL GENERAL (R) PITARCH (15/08/2023)
El paso del tiempo se adivina favorable al Kremlin, cuando el general invierno y el año electoral norteamericano se aproximan cabalgando sobre el cansancio occidental
¿Reverdece el proceso de paz?
Se sigue escalando
El teatro sigue empantanado mientras persisten los diarios bombardeos recíprocos de las retaguardias. Eso no obsta para que haya tramos del frente donde la actividad combativa sea intensa. Prosigue la presión de las tropas rusas en el frente norte, en la zona de Kupiansk, ... donde aquellas tratarían de recuperar el terreno hasta el cauce del río Oskil, para apoyar sobre él una defensa suficientemente consistente que, potencialmente, sirviera de base de partida segura para posibilitar un posterior avance hacia Járkov.
Eso obliga al Mando ucraniano a fijar tropas en la zona. En el tramo central del frente, la situación es inversa. Las tropas ucranianas presionan a las rusas tratando de recuperar o sobrepasar Bajmut para poder avanzar en dirección a Lugansk. En esta parte del frente, las tropas rusas, fuertemente organizadas defensivamente, al igual que sucede al oeste de la ciudad de Donetsk, se mantienen aferradas al terreno sin idea de retroceso causando un fuerte desgaste a las ucranianas.
Esos esfuerzos ucranianos merman la capacidad de las tropas de Kiev para aplicar la necesaria potencia ofensiva en el tramo sur del frente. En éste, solamente han logrado avanzar en una pequeña cuña de terreno en el área de Robotyne, al sur de Orejov, sin que ello suponga la ruptura del frente ruso, el cual tapona férreamente la progresión ucraniana en dirección a Tokmak y Melitópol.
A pesar de su alta repercusión mediática, la presencia de unidades elementales ucranianas en los terrenos pantanosos de la orilla este del bajo Dniéper en Hola Prostan, Dachi y Kozachi Laheri, tales desarrollos carecen de consistencia suficiente como para considerarlos como cabezas de puente. Difícilmente, se podrá hablar de éxito de la contraofensiva ucraniana en tanto sus tropas no alcancen el mar de Azov y, con ello, quiebren la franja terrestre que une Rostov del Don y el Donbass con Crimea. De momento, el teatro no presenta conclusiones decisivas sobre el curso de la guerra. El paso del tiempo se adivina favorable al Kremlin, cuando el general invierno y el año electoral norteamericano (2024) se aproximan cabalgando sobre el cansancio occidental por una factura de guerra percibida como un saco sin fondo.