Rutte será el próximo jefe de la OTAN tras el respaldo de Hungría, Rumanía y Eslovaquia

Rute es todavía primer ministro en funciones del Reino de los Países Bajos después de una larguísima carrera política en este país. Durante todo ese tiempo ha acumulado no pocos roces con otros dirigentes europeos como Orbán o el eslovaco Robert Fico, que se aprovechaban del hecho de que se necesita la unanimidad de todos los aliados para aprobar el nombramiento y le exigían disculpas personales. En el caso del dirigente húngaro, que considera que Kiev debería pactar con Putin para terminar la guerra, había pedido además garantías de que no se verá obligado a enviar tropas a Ucrania,

Ioannis, por su parte, quería poner sobre la mesa el hecho de que representa a uno de los países del este de Europa, cuya importancia estratégica es ahora aún mayor, después de la invasión rusa de Ucrania. También se ha hablado de la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que además habría sido la primera mujer en ocupar este puesto. Sin embargo, el nombre de esta última se ha dado por seguro para ocupar el cargo de Alto Representante de la política exterior europea en la reunión informal de los miembros del Consejo Europeo del lunes pasado. Aunque formalmente no están vinculados, el cierre del reparto de los cargos institucionales en la UE habría facilitado el desbloqueo de la sucesión de Stoltenberg.

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Desde que empezó la guerra, Rutte ha estado en primera fila a la hora de ayudar a los ucranianos militarmente, ya sea con armas avanzadas, incluyendo cazas F-15, municiones o dinero, a la altura de países más grandes que Holanda. En la OTAN se sigue el criterio según el cual el secretario general es siempre un europeo, mientras que el comandante militar es invariablemente norteamericano.

La posibilidad de que el populista Donald Trump pueda volver a la Casa Blanca en noviembre ha sido sin duda un elemento que ha contribuido a acelerar el desenlace de la sucesión de Stoltenberg, ya que la decisión requiere la unanimidad más absoluta y la situación hubiera podido ser completamente imprevisible.

La cumbre de este año en Washington marca, además, el 75 aniversario de la organización, por lo que una sucesión razonable en el puesto del secretario general era necesaria para ofrecer una imagen de solidez y determinación en la alianza militar más importante del mundo.

De hecho, la guerra de Ucrania será el centro de las discusiones entre los aliados que se espera tomarán decisiones para intensificar su apoyo a Kiev y la protección del territorio de los aliados. Rutte será el cuarto holandés al frente de la OTAN, después de Dirk Stikker, Joseph Luns y Jaap de Hopp Scheffer.