Rusia recluta a 'agentes de bajo nivel' para realizar sabotajes en Alemania

La Inteligencia alemana, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, rastrea desde entonces posible actividad rusa de sabotaje en empresas alemanas y sus conclusiones son preocupantes. Los servicios secretos de Vladímir Putin intentan reclutar agentes para ataques incendiarios en Alemania, sin que ellos sepan siquiera para quién trabajan. Hay «cada vez más indicios de posibles actividades en Alemania», advierte un aviso de seguridad.

Los objetivos potenciales más expuestos son «objetos relacionados con el apoyo militar a Ucrania», como ubicaciones de producción de armamento o almacenes de material para entregas a Ucrania, contra los que cabe esperar incendios provocados o actos de vandalismo. El objetivo sería causar «incertidumbre y miedo a la política contra Rusia en la opinión pública» y Rusia blinda su anonimanto ocultando la autoría incluso a los perpetradores. En particular, buscan empleados de empresas que se ocupan de infraestructuras críticas, como proveedores de electricidad, hospitales u operadores ferroviarios.

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Hay indicios de que los servicios de Inteligencia rusos están buscando específicamente perfiles de redes sociales para identificar a los empleados «que podrían ser susceptibles a los intentos rusos de ejercer influencia o incentivo». «Tenga en cuenta», escribe la Oficina Federal para la Protección de la Constitución a los responsables de las empresas, «que usted también podría convertirse en el centro de atención de los servicios de inteligencia rusos y ser utilizado para hacer cumplir sus intereses».

Los saboteadores son reclutados a través de redes sociales o mensajeros y son en su mayoría adultos jóvenes que hablan ruso e ideológicamente prorrusos. Algunos de ellos, sin embargo, carecen de ese perfil ideológico o de inmigración, pero son susceptibles a la oferta de ganar dinero rápido. Este fue el caso de los catorce saboteadores condenados en Lublin (Polonia) el pasado mes de diciembre. Según el tribunal de distrito, un agente del servicio secreto ruso ordenó a los perpetradores a través de Telegram que prendieran fuego o instalaran cámaras en las rutas de los trenes por los que se transportan tanques a Ucrania. También hicieron pintadas con la consigna 'Stop NATO', al módico precio de siete euros pagados en Bitcoins.

La importancia de los actos de vandalismo fue subiendo hasta que, a mediados de mayo, se incendió un centro comercial en Varsovia. En Alemania, el pasado mes de abril, la Policía de Bayreuth arrestó a dos rusos alemanes, sospechosos de esta misma actividad. En el argot de Inteligencia son denominados «agentes de bajo nivel», sin formación específica y que van cumpliendo misiones progresivamente más complicadas y arriesgadas. El ataque al jefe de la empresa armamentística alemana Rheinmetall, Armin Pappberger, constituye según la cadena estadounidense CNN un paso avanzado en la cadena de sabotaje.

Alemania esté en el punto de mira de los servicios secretos rusos desde el denominado «asesinato de Tiergarten» en 2019, cuando un agente ruso disparó en la cabeza un georgiano en Berlín por orden del FSB ruso. El aviso que acaba de publicar la inteligencia alemana subraya cuán grande creen ahora las autoridades de seguridad que es la amenaza que representan los agentes y secuaces rusos. Especial atención requieren los ciberataques por parte de piratas informáticos prorrusos a los sitios web de las autoridades y empresas alemanas.

Hasta ahora, los efectos de este tipo de ataques por parte de «grupos de hacktivismo» han sido generalmente limitados en el tiempo y los sitios web afectados solo han sido inaccesibles temporalmente. Los reclutamientos se llevan a cabo a través de la Internet Oscura en forma de retos con jugosas recompensas. Los piratas informáticos no están ligados a la inteligencia rusa y posiblemente ni siquiera sospechen quién paga los premios, debido al alto nivel de confidencialidad y anonimato en esta red.