Los trumpistas revientan la elección de su líder como jefe de la Cámara
El diputado McCarthy suma seis fracasos y el Partido Republicano queda en un estado de conmoción por un bloqueo inédito en más de un siglo
Kevin McCarthy, el líder republicano que ha puesto en pie de guerra a su propio partido
Corresponsal en Washington
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Iniciar sesiónEl Partido Republicano quedó este miércoles en una situación de insólito bloqueo, un estado de conmoción al que le condujo un pequeño grupo de diputados populistas, escorados al extremo, que le negaron a su supuesto líder de bancada la oportunidad de ascender a presidente ... de la Cámara de Representantes y por lo tanto cara visible de la oposición al poder demócrata y al presidente Joe Biden. Una tras otra, el diputado Kevin McCarthy fracasó en las votaciones por la defección de una veintena de integrantes de su propio partido, algo que no sucedía aquí en el Capitolio desde hace un siglo.
Durante dos días, martes y miércoles, no pudo comenzar el curso político en Washington tras las elecciones parciales de noviembre por este bloqueo. McCarthy, que lleva meses preparándose para esta votación, no llegó en las primeras seis votaciones a los 218 votos que necesita. Ni siquiera el apoyo expreso de Donald Trump calmó a los rebeldes, que siguieron enrocados en su oposición a McCarthy. «No convirtáis un gran triunfo en una gigantesca y vergonzosa derrota», dijo Trump a los insurrectos en un comunicado.
Esa petición del expresidente no tuvo efecto alguno. El Partido Republicano ganó la mayoría en la Cámara en las elecciones pasadas, pero el resultado fue tan ajustado, un puñado de 10 votos por encima de los demócratas, que le da a cualquier grupúsculo un gran poder. La demostración es que no hubo ni martes ni miércoles consenso para elegir un líder, que en teoría sería el único republicano con poder en el legislativo o ejecutivo, ante el poder mayoritario demócrata.
Caos en el Partido Republicano por la insurrección del ala trumpista
David AlandeteEl líder del partido en el Capitolio, Kevin McCarthy, fracasa en repetidos intentos de presidir la Cámara de Representantes
La sonrisa de McCarthy se fue esfumando este miércoles, tras una intensa noche de llamadas, conversaciones y pizza en el Capitolio. Su enemigo no eran, por una vez, los demócratas, varios de los cuales hasta se plantaron en el hemiciclo con bolsas de palomitas, como quien va al cine a ver una película de acción. El diputado estuvo refugiado en las dependencias reservadas para el presidente de la Cámara, y hasta uno de los republicanos rebeldes, Matt Gaetz de Florida, se quejó por carta por ello.
Una y otra vez, McCarthy se presentó a una votación que perdió empedernidamente. «Votaremos tantas veces como sea necesario», dijo a la prensa al entrar por la mañana en el Capitolio, como si pudiera ser aclamado por repetición. «Esto parece el día de la marmota», lamentó una diputada republicana, Kay Cammack, que sí apoyó a McCarthy.
Al mismo presidente Biden se le notaba la alegría al salir de la Casa Blanca para ir a supervisar unas reformas en un puente de Kentucky. «Creo que es realmente vergonzoso que se esté tardando tanto», dijo Biden, escueto, con una sonrisa. Desde 1923, la elección del presidente de la Cámara no se había sometido a varias votaciones. Hay algunos precedentes onerosos: en 1855 se prolongó durante dos meses, y 133 votaciones, durante los debates sobre la esclavitud en el período previo a la Guerra Civil.
En las repetidas votaciones de este año, el candidato demócrata, Hakeem Jeffries obtuvo más votos que el republicano, pero sin obtener los necesarios como para alzarse con la victoria.
Sin presidente de la Cámara, los diputados no han juramentado el cargo. No hay poder legislativo como tal en funcionamiento. No se pueden aprobar leyes o presupuestos. No hay reglas en la Cámara Baja, donde proliferaron las palomitas, las mantas y según dijeron varios diputados, hasta el alcohol para disfrutar de este espectáculo. Este bloqueo llega apenas dos años después de la insurrección y el saqueo, aquel aciago 6 de enero de 2021 en el que una turba armada entró en estas mismas salas para tratar de impedir que se certificara la victoria de Joe Biden en las presidenciales de unos meses antes.
Sistema roto
¿Y qué argumentaban los rebeldes? El diputado rebelde Paul Gossar dio un apasionado discurso dentro de la ortodoxia populista: lamentando que el sistema está roto, que hay que romper el candado del bipartidismo reinante, que «hay que tomar un nuevo camino, que debe haber una nueva visión para que el poder legislativo trabaje para la gente, y no para las élites». Por eso Gosar y sus compañeros propusieron a un candidato alternativo, Andy Biggs. No era el primero, los 20 diputados revoltosos fueron votando a varios candidatos alternativos, incluido Byron Donalds, que es de raza negra.
En una de las varias votaciones, dos candidatos con votos, un demócrata y un republicano, fueron por primera vez personas afroamericanas, un hecho en sí histórico, que hubiera sido celebrado si no fuera porque era todo parte de una trama para descabalgar a McCarthy.
Desde las elecciones parciales de noviembre el Partido Republicano ha estado en un agitado estado de incertidumbre. Es cierto que recuperó el control de la Cámara tras cuatro años, obligando a apearse de su presidencia a la demócrata Nancy Pelosi, que hoy es diputada rasa. Pero el partido conservador tiene esta mayoría exigua en la Cámara y quedó de nuevo en minoría en el Senado. McCarthy ha estado luchando por su vida política, tratando de asegurarse durante las navidades los votos suficientes de su grupo, ante la resistencia de ala trumpista.
Este miércoles en el hemiciclo se vio a algunos republicanos conversar con demócratas, lo que disparó los rumores sobre un posible acercamiento, un pacto bipartidista para confirmar a McCarthy a cambio de algunas concesiones. Aun así, una votación tras otra, seis entre el martes y miércoles, el resultado fue el mismo: una derrota no sólo para McCarthy, sino también para el Partido Republicano, que hasta hace dos años tuvo todo el poder en Washington.
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