Una recesión digna del voto de castigo

Los venezolanos miran con envidia el crecimiento favorable de sus vecinos en la región, mientras su economía no sale del subsuelo ni tiene perspectivas y su infraestructura vial, industrial y energética se cae a pedazos. Esto es contradictorio porque el país obtiene altos ingresos por sus exportaciones petroleras, señalan a ABC economistas y empresarios.

Junto a 26 economistas, Pedro Palma acaba de publicar el documento «Crisis económica y gobierno ineficaz», en el que afirma que la crisis continuará y obedece sobre todo a una concepción errada: su socialismo siglo XXI, «semejante en teoría, discurso y objetivos al socialismo marxista fracasado el siglo pasado».

Noel Álvarez, presidente de la patronal Fedecámaras, considera que la caída del PIB estará entre el 4,5% y 5.5% este año; la inflación cercana al 35%. La más alta de Iberoamérica. Reitera su llamamiento al Gobierno para establecer un gran diálogo nacional, lo que ha sido rechazado por Hugo Chávez, que ha dicho que no quiere nada con los empresarios y la oligarquía. Álvarez denuncia que Chávez ha debilitado el aparato productivo nacional. «Impulsa las importaciones. Un país no puede sobrevivir con una economía de puertos. Ha expropiado entre 200 y 400 empresas en los últimos dos años. Por eso no genera confianza en los inversores. El Gobierno sigue en la confrontación y la destrucción de la empresa privada».

La ex presidente de Fedecámaras Albis Muñoz subraya la «caída aguda en la inversión nacional y extranjera. Nadie quiere invertir. Hay desconfianza por el modelo comunista, lo que impacta en el deterioro y mantenimiento de la infraestructura». Muñoz señala que el sistema político de Chávez «va en contra de la propiedad privada y la libre iniciativa. Nos ha creado un cerco jurídico empresarial que nos asfixia. La infraestructura está en el suelo porque la gran mayoría de los ingresos petroleros caen en manos de la corrupción».

Mejor los extranjeros

El presidente Chávez prefiere a los inversores extranjeros (leales a su proyecto) que a los nacionales. La consultora Kreab Gavin Anderson hizo una encuesta entre los inversores españoles y determinó que el 60% se abstiene de invertir en Venezuela y el 32% sostiene que la inversión tiene un riesgo elevado. Sus objeciones son la ausencia de seguridad jurídica, las expropiaciones y la violencia.

La crisis petrolera y eléctrica ha incidido en la caída de la producción manufacturera y la industrial tanto privada como pública. El monopolio de la industria petrolera estatal, Petróleos de Venezuela (Pdvsa), registra un deterioro y fallos en su infraestructura de refinación, no obstante sus ingresos de 950.000 millones de dólares en 11 años de gestión. El ingeniero Guillermo Ovalles, responsable de la comisión de electricidad de la patronal y presidente de Fedecámaras de Aragua, cree que el Gobierno no ha realizado las inversiones y mantenimiento de la planta eléctrica.