La propuesta de bajar el canon de la Rai crea tensiones entre el Gobierno de Meloni y los Berlusconi
Los hijos del ex primer ministro miran al centro político y apoyan a Forza Italia para que se convierta en el «faro de los moderados»
Huelga en la televisión pública italiana contra la injerencia del Gobierno Meloni en la información
La TV pública italiana gira a la derecha con el gobierno de Meloni
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en el plató de un programa de la Rai
Los Berlusconi están decepcionados con algunas políticas de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Sus relaciones, que fueron buenas, se han enfriado, lo que coincide con fuertes tensiones entre los partidos de la mayoría gubernamental -Hermanos de Italia, Liga y Forza Italia-, un ... mar de fondo que puede tener consecuencias en la política italiana. Se trata de un enfrentamiento por el poder, generalmente subterráneo, pero que de vez en cuando afloran, como en este momento, señales envenenadas.
En el último mes se han registrado dos enfrentamientos entre la familia Berlusconi y el Gobierno Meloni. El primero, por motivo de derechos civiles. En el segundo, está en juego un tema económico sensible: la publicidad y la competencia entre la Rai y Mediaset. Marina Berlusconi mostró su desacuerdo con el Gobierno Meloni en materia de derechos civiles: «Si hablamos de aborto, fin de la vida o derechos LGBTQ -declaró al 'Corriere della Sera'-, estoy más en sintonía con la izquierda del sentido común. Porque cada uno debe ser libre de elegir».
La primera ministra le respondió indirectamente en el Parlamento, atacando a los 'grillini' del Movimiento 5 Estrellas que se aferran a «los derechos y al aborto» porque están «faltos de argumentos». El segundo choque reciente se ha producido tras la propuesta del líder de la Liga, Matteo Salvini, para reducir el canon de la RAI, el impuesto de 70 euros que pagan los italianos por la televisión pública. Al reducir el canon, para compensar esa disminución de ingresos, la RAI aumentaría la publicidad y la competencia con los canales de Mediaset. El efecto sería contraproducente para el grupo televisivo de los Berlusconi.
Meloni no se ha pronunciado públicamente sobre la propuesta de Salvini, pero la familia Berlusconi sospecha que ha dado luz verde.
Disensiones
Además, también ha habido desacuerdo en la decisión de poner el nombre de Silvio Berlusconi al aeropuerto milanés de Malpensa, una medida muy polémica aprobada con entusiasmo por el vicepresidente y ministro de Transportes. Pier Silvio Berlusconi, consejero delegado de Mediaset, calificó la decisión como «un error» y lamentó que la familia Berlusconi ni siquiera fuera consultada.
Ante estos desencuentros, los dos hijos mayores de Silvio Berlusconi, fallecido en junio de 2023, «están convencidos de que Forza Italia debe volver a ser el centro de gravedad de una coalición completamente conservadora y europea», escribe el periódico 'La Repubblica'. La familia Berlusconi es garante de la deuda de unos 100 millones de euros de Forza Italia. Y para reforzar su posición, sigue aportando dinero al partido, que en las pasadas elecciones europeas rozó el 10%, superando a la Liga de Salvini.
Meloni no se ha pronunciado públicamente sobre la propuesta de Salvini, pero la familia Berlusconi sospecha que ha dado luz verde
Los medios italianos no descartan que Pier Silvio Berlusconi entre en la batalla política, aunque para ello tendría que resolver el conflicto de intereses. Según él, Forza Italia debería ser «el faro de los moderados que mira hacia el futuro con la incorporación de energías jóvenes». Pier Silvio mira al centro, espacio donde Forza Italia puede crecer en votos, porque ahí no existe ninguna fuerza atractiva.
Mientras tanto, crece la tensión en la coalición de Gobierno, hasta el punto de que medios italianos destacan la irritación de Meloni por el creciente enfrentamiento en varias cuestiones entre los dos vicepresidentes, el moderado Antonio Tajani, líder de Forza Italia, y el ultraderechista Matteo Salvini, secretario de la Liga, con riesgo de inestabilidad para el Ejecutivo, según escribe el 'Corriere della Sera': «El continuo duelo y los tonos agresivos entre ambos corren el riesgo de tener repercusiones en la estabilidad del Gobierno, y esto ciertamente la primera ministra no puede permitirlo».