¿Qué se juega realmente Estados Unidos en estas elecciones de medio mandato?

El previsible cambio en el balance político en Washington que producirán las elecciones de este martes (siempre con menos participación que unas presidenciales) contrasta con la tendencia mantenida durante la mayor parte de la historia electoral americana que ha producido resultados uniformes, con el mismo partido tanto al mando del Ejecutivo como del Legislativo. Este relativamente nuevo empeño de los votantes estadounidenses a la hora de evitar monopolios políticos tiene importantes consecuencias, desde la sobreactuación presidencial a la parálisis legislativa pasando por una proliferación de vetos legislativos y órdenes ejecutivas.

Lo excepcional es si el Partido Republicano, en su actual degradación trumpista, debe ser el gran beneficiario de la tradición americana de 'Midterms'. No hay que olvidar que los republicanos son fruto de la pujante nueva política del siglo XIX que consiguió colocar a Abraham Lincoln en la Casa Blanca en vísperas de la guerra civil norte/sur, un escenario de confrontación que no es posible descartar de nuevo para Estados Unidos dadas las circunstancias.

No hay que olvidar que el Partido Republicano ha sido siempre un partido de ley y orden. Y un partido que ha tenido muy clara la amenaza planteada por Moscú. Sin embargo, hoy en día, los republicanos de Trump son un partido antisistema que no cree en las instituciones democráticas americanas, empezando por sus elecciones. Y para colmo, consideran al Kremlin como una fuente de inspiración política, e incluso una agencia de colocación.