¿Por qué Europa está sufriendo una ofensiva de violentos sabotajes?

Tampoco estuvieron muy vivos con el motín de Evgueni Prigozhin. Y para colmo, el Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) desapareció de Europa con la expulsión de unos 600 agentes con cobertura diplomática y la identificación de algunos 'ilegales'.

Más de dos años después, los 'ruskies' han aprendido la lección, reinventando sus operaciones en Europa. Según un reciente informe del Royal United Services Institute con sede en Londres, Moscú se las ha ingeniado para reconstituir su presencia europea con la ayuda de intermediarios como miembros de la diáspora rusa, así como grupos del crimen organizado con los que el Kremlin mantiene una vieja relación. Además de apostar por los llamados 'Comités de Influencia Especial' para coordinar operaciones país por país, como el asesinato del piloto ucraniano Maxim Kuzminov en España.

Todos estos esfuerzos no han pasado inadvertidos para diversas agencias de Inteligencia europeas. Con advertencias sobre una ofensiva de atentados encubiertos y actos violentos de sabotaje contra infraestructuras críticas por todo el continente, además de los habituales esfuerzos de injerencia política. Aunque estas acciones no son nuevas en el manual de intimidación del Kremlin, la actual campaña -con poca preocupación aparente por víctimas civiles- sería bastante más agresiva y organizada como demuestra el bloqueo de las señales de GPS en la región del Báltico.

Este tipo de ataques requiere de al menos seis de meses de planificación. Y no se pueden separar de la guerra en la sombra de Putin contra Occidente. El objetivo de esta renovada campaña sería crispar a la opinión pública europea y cuestionar el respaldo de Bruselas a Ucrania. Con la amenaza implícita de que los inquietantes actos encubiertos de hoy pueden ser el preludio de una futura agresión sin necesidad de disimular.