Polonia se ofrece a la OTAN para derribar los misiles rusos que se acerquen a su frontera

Pero el Gobierno de Polonia tiene un plan para acabar con estos misiles, que implicaría disparar contra ellos y derribarlos mientras sobrevuelan cielo ucraniano. «El cielo polaco está demasiado cerca para poder reaccionar», ha explicado el ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski. «Nuestro proyecto se refiere a cualquier cohete que vuele desde el oeste de Ucrania en dirección a Polonia. Si los derribamos sólo cuando entran en nuestro espacio aéreo, los escombros representan una amenaza para nuestros ciudadanos y nuestras propiedades», ha señalado.

Polonia ha trabajado en este plan en secreto y lo ha consultado confidencialmente con la OTAN durante la cumbre de Washington. La respuesta no debe haber sido tajantemente negativa, puesto que Sikorski ha comenzado después a hablar de ello en público. En un discurso ante el American Enterprise Institute, ha concretado que la propuesta forma parte del acuerdo de defensa conjunto entre Polonia y Ucrania, que se firmó a principios de la semana pasada. «A estas alturas es todavía una idea y nuestro acuerdo dice que exploraremos esta idea», ha dicho, situando el proyecto así en la fase de verificación técnica.

En todo caso, Polonia adelanta que no dará un sólo paso sin la coordinación con la OTAN. Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, vice primer ministro y ministro de Defensa del país, ha declarado en la radio polaca que cualquier movimiento en ese sentido requeriría la aprobación previa de los aliados, en medio de temores de una posible escalada. «Si la OTAN no apoya tal decisión, Polonia no la hará», ha garantizado. Sikorski también ha expresado la determinación de su Gobierno de actuar sólo a instancias de la OTAN y ha llamado a los Gobiernos occidentales a luchar activamente contra la propaganda rusa. Ha insistido en que Rusia no es en absoluto un bastión de «valores cristianos», sino más bien una sociedad oprimida y dirigida por un exoficial de la KGB.

«El hecho de que todavía haya gente en Occidente que considere a Putin, un excoronel de la KGB, un defensor del cristianismo, sería perversamente extraño si no fuera tan irremediablemente estúpido», ha dicho.

Además, Sikorski ha insistido en que Rusia no es un Estado invencible y ha recordado que ha perdido muchas guerras, desde la de Crimea hasta la de Afganistán. «Rusia puede ser derrotada, simplemente parece que lo olvidamos», ha sentenciado, y ha manifestado esperanza en un «colapso» de la economía rusa. «La estrategia de Occidente está funcionando. Sólo tenemos que mantener el rumbo», ha dicho.

Polonia ya es el país con mayor gasto en la OTAN y lo aumentará en el próximo año. Su Gobierno es partidario de dar a Ucrania la capacidad de atacar objetivos en lo más profundo del territorio ruso, incluida la destrucción de los bombarderos que atacan Ucrania, sin pensar que esto represente una escalada particular. Aunque consciente de los riesgos, tampoco parece estimar que la destrucción de misiles rusos por parte de la defensa aérea polaca constituya un paso adelante en esa escalada. Cuando se le pregunta sobre el papel de Varsovia en el contexto de las tensiones entre Estados Unidos y China, Sikorski elogia a China por haber sacado a millones de personas de la pobreza y recuerda que fue la presión de la República Popular China lo que impidió que la Unión Soviética interviniera militarmente en Polonia en 1956.

Polonia se esforzará, por tanto, por calmar la rivalidad entre las dos potencias, para que no desemboque en una 'guerra caliente' con consecuencias devastadoras para Polonia, a pesar de la preocupante participación de soldados chinos en las maniobras militares que se llevan a cabo este mes en territorio bielorruso, un asunto que preocupa al Gobierno polaco.

La Inteligencia polaca ha interceptado a varios agentes bielorrusos en Varsovia, que muy posiblemente perseguían a un periodista crítico de Minsk que habría huido al país vecino para protegerse, e intercepta a diario grupos de inmigrantes ilegales que vuelan desde Moscú e intentan entrar ilegalmente a pie a Polonia a través de la frontera con Bielorrusia, cuyas autoridades están implicadas en el flujo masivo de ilegales.