La mujer de un dirigente de la extrema izquierda francesa le denuncia por violencia física, sexual y moral

La mujer de Adrien Quatennens, una de las grandes estrellas políticas de LFI, amigo íntimo de Jean-Luc Mélenchon, líder del partido, con familia originaria de la provincia de Murcia, ha declarado a la policía judicial haber sido víctima «durante varios años» de «violencias física y morales».

Durante un primer interrogatorio policial, Quatennens reconoció haber abofeteado a su esposa «en alguna ocasión». Ante ese primer reconocimiento, Mélenchon y LFI intentaron enterrar el escándalo emergente. Pero el acusado se vio obligado a tomarse unas «vacaciones forzosas» como diputando en la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento francés.

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La dirección y portavoces de LFI intentaron adoptar una posición equidistante entre Quatennens, presunto acosador violento, y su propia esposa, amiga personal de los principales dirigentes de la extrema izquierda francesa.

Ante ese comportamiento, la esposa de Quatennes ha decidido ir más lejos, haciendo nuevas declaraciones a la PolicíaJudicial que instruye el caso para confirmar, reiterar y añadir nuevos detalles sobre el comportamiento de su pareja, célebre por sus exaltadas declaraciones de extrema izquierda en prensa escrita, radio y tv.

La esposa del acusado afirma que informó y comentó a los máximos dirigentes de LFI del comportamiento violento, físico, sexual y moral de su esposo. Según ella, los dirigentes del partido le pidieron «calma» e «intentar arreglar» los conflictos «de pareja» a través del «diálogo«, evitando dar publicidad a su caso.

Quatennes ha sido citado por la Justicia a primeros de diciembre para ser interrogado e intentar evitar ser inculpado por delitos de cierta gravedad, que «manchan» muy mucho a la extrema izquierda y la NUPES.

Durante el último trimestre, el joven activista Taha Bouhafs, próximo a Mélenchon, tuvo que renunciar a su trabajo «periodístico», en el seno de NUPES, para cortar el escándalo de sus comportamiento contra las mujeres. Éric Coquerel, presidente de la Comisión de finanzas en la AN, también es acusado de acoso sexual.

A la extrema izquierda ecologista, Julien Bayou, es acusado por el mismo tipo de comportamientos de «machistas y violentos». Durante la última marcha nacional de los movimientos feministas, el sábado pasado, numerosos colectivos denunciaban a Mathieu Hanotin, alcalde socialista de Saint-Denis, al norte de París, donde están enterrados todos los reyes de Francia, por intentar cerrar unos locales donde se refugian numerosas madres víctimas de la precariedad y los acosos de todo tipo.