Macron visita Tel Aviv para equilibrar las relaciones entre Israel, los países árabes y la Autoridad Palestina

Desde el ataque terrorista de Hamás, la Francia de Macron ha defendido a Israel, insistiendo en su derecho intacto a la defensa. Desde hace días, el presidente francés ha sostenido reiteradas conversaciones telefónicas con los dirigentes de Egipto, Jordania, Qatar y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

En Tel Aviv, Macron aspira a prolongar esos diálogos a muchas bandas, con aspiraciones al «reequilibrio». El presidente francés confirmará su apoyo a Netanyahu, con muchos matices, nacionales, israelíes y multinacionales, no solo palestinos.

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Tras su entrevista con el primer ministro de Israel, Macron se entrevistará, igualmente, con el general Benny Gantz, que lideró una coalición política «centrista» en las últimas elecciones, y con el líder de la oposición «liberal» Yair Lapid. Por parte del presidente francés, se trata apoyar y dar visibilidad a personalidades de Israel personalidades políticas influyentes y «alternativas» a un primer ministro muy criticado, desde hace años, por ser, con Qatar, uno de los grandes «impulsores» de Hamás en la Banda de Gaza, en detrimento fratricida de otras organizaciones palestinas.

Tras sus diálogo telefónicos, en París, con los presidentes de Egipto, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Macron desea prolongar en Tel Aviv esas conversaciones, de alguna manera, personales o telefónicas, de nuevo. Se trata de confirmar el proyecto de reequilibrio, apoyando, de nuevo, la «solución» de construir dos Estados, que ya fracasó, rechazada por los países árabes, tras el encuentro en Camp David, de Yaser Arafat y Ehud Barak, con Bill Clinton como anfitrión.

En esa perspectiva, Macron debiera dialogar con Mahmud Abás, presidente de la ANP, que comenzó siendo una organización «laica», enemiga histórica de Hamás.

El presidente francés estima que dialogar con Abás es una forma «equilibrada» de defender una causa palestina alejada del terrorismo de Hamás. Las recientes declaraciones antisemitas de Abás, afirmando que «Hitler no era antisemita. Mató judíos por su comportamiento con el dinero, como usureros», son detalle político percibido con miedo y horror en Israel y en Europa. Macron espera la emergencia de nuevos líderes en el seno de la ANP, de la que forman parte personalidades de distinta sensibilidad.