Macron llega este jueves a Bruselas seguido por un 'cortejo' de tractoristas
Se espera que el presidente defienda la causa de la «soberanía alimenticia» francesa
El campo europeo en llamas, bloqueos de carreteras, protestas y tractoradas en Francia, Grecia o Italia pasando por Alemania: ¿qué piden los agricultores?
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Las promesas de Macron no apaciguan la cólera de los agricultores franceses
Vehículos militares y antidisturbios protegen de la «cólera campesina» el mercado de París que abastece a 18 millones de franceses
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante un discurso en Estocolmo
Apoyados por la opinión pública, que comprende sus reivindicaciones, los agricultores franceses continúan sus acciones de acoso a Emmanuel Macron y su Gobierno, confirmando el 'cerco alimenticio' de París, llevando sus tractores hasta las puertas de la cumbre europea de hoy de Bruselas, ... y multiplicando su bloqueo parcial de las autopistas de circunvalación de grandes ciudades.
Tras cuarenta y ocho horas de jugar al ratón y el gato con los blindados militares y los antidisturbios desplegados para impedir el bloque del mercado de abastos de París, en Rungis, al sur de la capital, los piquetes de agricultores cambiaron de táctica la tarde del miércoles: dejaron parados sus tractores a las puertas del gran mercando, para colarse, a pie, por varias puertas secundarias.
Detenidos
Las fuerzas del orden intervinieron rápidamente y detuvieron a 79 agricultores. Varios son acusados de «destrozos y degradación de material y productos alimenticios» dentro de Rungis. El Ministerio del Interior debía decidir si liberarlos o presentarlos ante un juez. La gran mayoría de los agricultores que han puesto cerco al mercado de abastos se dicen dispuestos a prolongar el «sitio», complicando las entradas y salida de proveedores y clientes.
El tráfico sigue siendo fluido. Pero el abastecimiento de las grande superficies de la región parisina comienza a sufrir retrasos de muy diversa índole.
En las ciudades grandes y medianas de la Cataluña francesa, en Toulouse, Burdeos, Lyon, entre otras capitales de provincias, centenares de tractores prosiguen tácticas semejantes, evitando el choque violento con las fuerzas del orden consagradas liberar accesos a las ciudades y centros comerciales, otro de los blancos de los sindicatos radicales.
En varias ciudades de talla media, en provincias, se han sucedido ataques de los almacenes de algunas grandes superficies y cadenas de híper y supermercados, acusadas de favorecer las importaciones de productos alimenticios.
La prolongación de la crisis, a las puertas de París y en buena parte de Francia, coincide con la apertura de un nuevo frente, en Bruselas.
Desde la mañana del miércoles, piquetes y caravanas de agricultores y tractores complicaron el tráfico entre París y la capital belga. Uno o dos centenares de tractoristas esperan llegar hasta las puertas del Consejo Europeo, donde Macron debería defender la causa de la «soberanía alimenticia» francesa, adoptando posiciones proteccionistas ante los acuerdos multilaterales.
La prolongación de la crisis, a las puertas de París y en buena parte de Francia, coincide con la apertura de un nuevo frente, en Bruselas
Tres frentes
La gran reivindicación básica del campo francés, «mejorar nuestros ingresos y poder adquisitivo», tiene tres frentes indisociables. Macron y su Gobierno pueden hacer concesiones en materia de ayudas y subvenciones directas, pero deben conseguir el apoyo de los aliados europeos en dos terrenos multilaterales: las ayudas y gestión de la Política Agraria Común (PAC), y el recorte o rechazo de los acuerdos internacionales, con Ucrania y con el Cono Sur americano. Se trata de un repliegue proteccionista que el resto de los miembros de la UE apoya en distinta medida, en función de sus lazos comerciales con el Este europeo o el cono sur americano.
Los grandes productores de cereales se han sumado a los sindicatos, pidiendo que Francia consiga que la UE vuelva a imponer sus derechos aduaneros contra el trigo de Ucrania. Cuestión sensible. Los productores más modestos desean el cierre de las fronteras nacionales y europeas a los productos agrícolas de Brasil y Argentina, entre otros grandes productores americanos.
Un sondeo que publica 'Le Figaro' recuerda que el 58% de los franceses confían en los agricultores, cuando más de un 60% desconfían de Macron. Se trata de otro indicador de la tendencia que confirma el giro a la derecha de la opinión pública francesa.