«Hubo una señora buscadora que fue premiada, porque van a acusarme a allá con el Rey de España, el Rey recibe allí a todos los que van a quejarse», expresó López Obrador para luego agregar que «no hay buena relación» con Felipe VI. El comentario hace referencia a que las madres buscadoras y desaparecidos se han confrontado con el presidente y lo han acusado de no apoyar su labor.
Esta misma semana López Obrador dijo que recibiría a las madres buscadoras, pero solo después de que se celebraran las elecciones presidenciales, previstas para el mes de junio. Ceci Flores, referente del grupo, replicó que ya en ese entonces será muy poco lo que López Obrador pueda hacer por ayudarlas ya que serán los últimos meses de su gobierno.
El presidente mexicano tiene un conflicto abierto con la Corona española por entender que la Monarquía debe pedir perdón por los abusos de la Conquista de América.
A vueltas con el perdón
En ese sentido, esta semana dijo que a Felipe VI «seguramente le molestó» que él haya pedido al Rey de España que ofrezca una disculpa «a las comunidades indígenas por todos los abusos que se cometieron durante la conquista y la colonización». «En vez de actuar con humildad, se inconformaron y mandaron a sus voceros a atacarnos», sostuvo el presidente quien además ya desde hace más de dos años dice que la relación con el Gobierno español está «en pausa».
Un estatus que no existe en el mundo de la diplomacia pero que en el caso de López Obrador, según pudo conocer ABC, solo involucra a tres personas: a Felipe VI, el presidente de Gobierno Pedro Sánchez y a él mismo.
Y es que, mientras el presidente mexicano habla de «pausa», los funcionarios de ambos gobiernos llevan actividades en conjunto y las inversiones entre México y España crecen. La «pausa» solo existe en el discurso de López Obrador y toca la realidad principalmente en las formas. Por ejemplo, cuando la embajada española organiza grandes festejos, los funcionarios mexicanos de primeras líneas prefieren eludir la invitación.
Respecto al recelo de López Obrador con el presidente Sánchez, las teorías en Palacio Nacional son diversas, pero la más comentada se remonta a un malestar con el PSOE. Y es que en las presidenciales del 2006, que hasta el día de hoy López Obrador dice fueron un fraude, José Luis RodríguezZapatero fue de los primeros líderes en felicitar al ganador Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional. Un gesto que el mexicano todavía entiende como un agravio.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete