Felipe VI denuncia «la injusticia y olvido» de las desapariciones forzadas

El Rey elogió el trabajo de Fundej al tiempo que denunció la causa por la que luchan: «La desaparición de un ser querido genera dolor, incertidumbre, desasosiego, temor y otros muchos sentimientos difíciles de asimilar. El vacío que deja se convierte en un eco persistente de preguntas sin respuesta». Esta es «la dura realidad a la que se enfrentan numerosas familias en el Estado de Jalisco, en México, donde el flagelo de las desapariciones forzadas, ha desgarrado el tejido de comunidades enteras».

Don Felipe declaró que «la desaparición de una sola persona afecta a generaciones, erosiona la confianza en las instituciones y desafía la conciencia colectiva», es por ello que Fundej «emerge como un faro de esperanza y representa el impacto transformador de la acción colectiva»: «Representa un movimiento por la defensa de la dignidad humana y los valores que sustentan nuestras sociedades».

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«En un mundo donde los conflictos armados y violaciones de los derechos humanos continúan desafiando la conciencia global, la relevancia de este premio se engrandece», declaró el Rey, al tiempo que añadió que recuerda «la urgencia de defender los principios de humanidad y justicia social, especialmente en tiempos donde la indiferencia o el desánimo pueden parecer respuestas fáciles ante la complejidad de los desafíos internacionales».

Don Felipe y todos los asistentes al acto quedaron conmovidos ante el testimonio de María Guadalupe Aguilar, madre de José Luis Atala, desaparecido desde 2011, dejando dos niños que todos los días preguntan por él. Aguilar agradeció el reconocimiento y el hecho de estar en un entorno como el de la Universidad de Alcalá de Henares recibiendo este premio junto al Rey, pero «renunciaría a todo» por volver a los tiempos de antes, cuando tenía a su hijo a su lado y «las desapariciones forzadas no eran una causa por la que luchar», «una injusticia», «un ataque» a los derechos humanos y «a nuestra dignidad». Denunció que «Jalisco es una fosa donde no paran de desaparecer nuestros jóvenes y niños».