Kim Jong-un saca músculo militar para ofrecer su arsenal a Putin
Está previsto ambos mandatarios que se reúnan este fin de semana en Vladivostok
Corea del Norte presenta su nuevo «submarino nuclear táctico de ataque»
El líder norcoreano Kim Jong-un asiste a la ceremonia de lanzamiento de un nuevo submarino de ataque nuclear táctico en Corea del Norte
Este miércoles, el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, presentó un nuevo submarino nuclear de ataque, la primera unidad que llevará al país a ser «una potencia marítima avanzada», según presumió el líder norcoreano. El anuncio se hizo días antes del ... inicio del 8º Foro Económico Oriental, organizado por Moscú en Vladivostok, en el que está prevista la asistencia de Kim, según adelantó el 'New York Times'. Según el medio estadounidense, se reuniría con el presidente ruso, Vladímir Putin, con la intención de suministrarles armas para la guerra en Ucrania.
El presidente norcoreano es consciente de que la 'operación militar especial' de Putin no ha salido de acuerdo a lo planeado. Lo que se suponía que sería una maniobra relámpago, se ha convertido en una guerra de desgaste. Y mientras la Administración de Zelenski sigue recibiendo incesantemente armas y asistencia militar de numerosos países, especialmente de Estados Unidos -que esta semana anunció un nuevo paquete de ayudas por un valor de mil millones de dólares-, no sucede lo mismo con Moscú. Las fuerzas rusas, sin aliados tan generosos, han agotado gran parte de su artillería y necesitan reabastecerse.
Armas por petróleo
Esta semana, Washington confirmó las intenciones de Kim Jong-un de visitar Rusia para hablar con Putin sobre la venta de armas que serán usadas en la guerra de Ucrania, lo que ha disparado algunas las alarmas en la comunidad internacional. Para Moisés Ruiz, profesor de Liderazgo político y Comunicación de la Universidad Europea, no es algo que resulte sorprendente. «Rusia y Corea del Norte son dos almas perdidas que se han encontrado y que se han dado cuenta de que se necesitan; Rusia requiere armamento y Corea del Norte precisa fortalecer su economía devastada por las sanciones», comenta el académico por teléfono. «Esto provoca ciertos temblores geopolíticos; en Japón y en Corea del Sur, aliados de Estados Unidos, hay gran preocupación».
El Gobierno nipón aseguró estar vigilando con recelo los movimientos de Corea del Norte, ya que una negociación con el país euroasiático «podría suponer un caso de violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que prohíben totalmente las exportaciones de armamento y materiales relacionados de Corea del Norte», según declaró el portavoz del Ejecutivo japonés, Hirokazu Matsuno, en una rueda de prensa. Resoluciones que Moscú respaldó en su momento. Corea del Sur, también con desasosiego, ha instado a su vecino a poner fin inmediatamente a cualquier intento de cooperación militar. El presidente Yoon Suk Yeol ha advertido que, de llevarse a cabo las transacciones, existe un riesgo de que la paz se vea dañada a nivel mundial.
Amenazas amortizadas
«Con la compra de armas, Rusia le dice al mundo «seguiré con esta guerra hasta el final y ahora tengo lo que necesito», asegura el profesor Ruiz. «Rusia tendrá argumentos para ir con mayor fuerza contra Ucrania y le envía un mensaje a EE.UU.: «Sigo fuerte»». «Entonces esto causa cierto temor porque es un giro, en cierta medida inesperado, que fortalecerá la presencia militar de Rusia en esta guerra». La información que hasta ahora maneja el Gobierno estadounidense solo habla de venta de armamentos, pero Ruiz no descarta una participación más activa de los norcoreanos en el conflicto bélico.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo en una rueda de prensa que Corea del Norte «pagará un precio en la comunidad internacional» si proporciona armas a Rusia. La consecuencia que podría enfrentar el país asiático sería el incremento de las sanciones económicas, según Moisés Ruiz. Pero el académico supone que esas represalias ya habrán sido evaluadas por Kim Jong-un. «Lo que pueda perder económicamente por las sanciones, lo recuperará con lo que le puedan ofrecer los rusos; Corea del Norte tendrá bastante amortizada esa amenaza con todo lo que importará desde Rusia, especialmente petróleo».
«Kim Jong-un estaba aislado, sujeto por China -continúa Ruiz-, pero ahora ha elegido también tomar protagonismo en la geopolítica internacional y abrir sus fronteras y su relación con Rusia, que no es nueva, lo que puede resultar novedoso es la exposición pública de esta alianza y de la venta de armas». A finales de julio, el líder norcoreano invitó al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, a un desfile militar en Pyongyang y prometió ampliar la cooperación militar con Moscú.
Para evitar acusaciones de incumplimiento de las resoluciones de la ONU, es probable que los dos aliados alcancen el acuerdo a puerta cerrada sin anuncio oficial, dijo a la AFP Cheong Seong-chang, director de estudios norcoreanos del Instituto Sejong. «Se espera que Kim Jong-un y Putin simplemente digan que acordaron cooperar en una amplia gama de áreas sin especificar cuáles son».