El Supremo de Brasil suma ya dos votos de culpabilidad contra Bolsonaro por golpismo
En total, son cinco los votos que se deben emitir hasta el 12 de septiembre
La defensa de Bolsonaro cuestiona la acusación mientras surge un movimiento de aliados por una amnistía
Corresponsal en Sao Paulo
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Iniciar sesiónEl tercer día del juicio histórico contra el expresidente brasileño Jair Messias Bolsonaro, fue uno de los más esperados por ser el del voto del juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, relator del caso y uno de los más duros en el ... proceso por intento de golpe. En una larga argumentación de más de cinco horas, Moraes acusó a Bolsonaro de liderar una «organización criminal» que no supo «perder elecciones». Con contundencia, el magistrado aseguró que la trama golpista fue planeada desde 2021 y que el objetivo final era instaurar una dictadura.
«Nos estamos olvidando lentamente que Brasil casi vuelve a una dictadura que duró 20 años porque una organización criminal, constituida por un grupo político, no sabe perder elecciones», declaró Moraes, en un discurso duro que resonó en la Primera Sala del Tribunal donde está siendo realizado el juicio desde la semana pasada. El voto de Moraes fue el primero de los cinco que definirán si Bolsonaro y otros siete acusados de su círculo serán condenados a prisión. Tras el voto de Moraes, siguen los de los jueces Flavio Dino, Luiz Fux, Carmen Lucia y Cristiano Zanin, en ese orden.
El juez Moraes, desestimó las principales tesis de la defensa, que había intentado invalidar la delación premiada del teniente coronel Mauro Cid, exmano derecha de Bolsonaro y pieza clave de la investigación. «Las defensas insisten y confunden los ocho primeros testimonios dados sucesivamente con ocho acusaciones contradictorias. Eso roza la mala fe procesal», dijo el juez, que respaldó la validez del testimonio de Cid y reafirmó la solidez de las pruebas que fueron cuestionadas por los abogados de defensa.
El juez instructor acusa a Bolsonaro de haber buscado instalar una «dictadura» en Brasil
Verónica GoyzuetaEl tribunal inició este martes la fase de sentencia en el juicio contra el expresidente y otros acusados por golpismo. Todos ellos se exponen a penas de más de 40 años de cárcel
A lo largo de su intervención, Moraes presentó un arsenal de evidencias que, insistió, no dejan lugar a dudas sobre la participación de Bolsonaro en un plan para anular las elecciones presidenciales de 2022 y permanecer en el poder, desafiando el principio democrático de la alternancia de poder. El juez también criticó duramente a los militares involucrados en el caso. Es la primera vez que Brasil juzga militares, que habían sido amnistiados en los acuerdos por el retorno a la democracia.
Moraes detalló que el plan golpista, bautizado como «Puñal Verde y Amarillo», preveía incluso el asesinato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, de su vicepresidente, Geraldo Alckmin, y de él mismo, y aprovechó para decir que esas pruebas no perjudican en nada su acción como juez en el caso, validada con el apoyo de sus colegas y de la legislación, respondiendo a uno de los cuestionamientos de la defensa.
En una presentación en 'PowerPoint', Moraes expuso pruebas, como anotaciones incautadas a otros acusados que, según él, demuestran la existencia de un plan coordinado para sembrar el caos y legitimar un golpe desde julio de 2021 hasta el 8 de enero de 2023, cuando ocurrió el ataque a las sedes de los Tres Poderes, por parte de una turba bolsonarista y serían la acción evidente de esa trama. En este sentido, Moraes citó un documento incautado al exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), Alexandre Ramagem, con tópicos para atacar el sistema electoral que, posteriormente, fueron usados por Bolsonaro en una transmisión en vivo.
La argumentación de Moraes no escatimó en detalles y desmontó punto por punto la estrategia de la defensa. El magistrado refutó las alegaciones de que la defensa se había visto perjudicada por la gran cantidad de información en el proceso y rechazó la idea de que el juez debe ser una figura pasiva en el interrogatorio. «La idea de que el juez debe ser una hierba ornamental jurídica durante el proceso no tiene ninguna conexión con el sistema acusatorio», afirmó Moraes, criticando la postura de los abogados.
El juez destacó los «actos ejecutivos de la organización criminal» y citó entre las evidencias otras anotaciones encontradas en la agenda del general Augusto Heleno, exministro de Bolsonaro, que contenían planes para «deslegitimar las elecciones» y «perpetuarse en el poder». «No puedo entender cómo alguien puede encontrar normal en una democracia en pleno siglo XXI, una agenda golpista», comentó Moraes, en un momento de reflexión sobre la gravedad de las acusaciones.
El juez también hizo un contundente paralelo con la dictadura militar (1964-85), alertando sobre el riesgo de un regreso a tiempos sombríos. Para Moraes, el intento de golpe fue un acto de «entreguismo nacional» y una afrenta a los principios democráticos y republicanos, que incluyen la alternancia de poder.
Segundo voto
El segundo voto del día fue del juez Flávio Dino que también solicitó la condena de Bolsonaro y los otros siete acusados por intento de golpe de estado. «Estamos aquí haciendo lo que nos corresponde, cumpliendo con nuestro deber, esto no es activismo judicial, esto no es tiranía, no es dictadura. Al contrario: es la afirmación de la democracia que Brasil ha construido», declaró Dino al votar.
El juicio, que se espera concluya esta semana, puede confirmar una condena de Bolsonaro de más de 40 años de prisión, manteniéndolo inelegible para las elecciones del próximo año.
Mientras la votación en el Supremo avanza, la articulación política en el Congreso se intensifica. El gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, está liderando un movimiento para aprobar una amnistía «amplia, general e irrestricta» para los involucrados en la trama golpista.
El domingo, 7 de septiembre, día de la Independencia de Brasil; Freitas lideró una manifestación a favor de Bolsonaro en la Avenida Paulista, en Sao Paulo. Los manifestantes extendieron una gigantesca bandera de Estados Unidos en homenaje a ese país y a su presidente, Donald Trump, que ha impuesto sanciones financieras contra Brasil y los magistrados, como forma de presionar una amnistía a favor del ultraderechista.
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