Golpe de efecto de Hamás al anunciar en Pekín un acuerdo de futuro gobierno en Gaza junto a su rival Fatah
Golpe de efecto de las facciones palestinas en un momento de desconcierto israelí en la guerra en la Franja
Los rebeldes hutíes amenazan con represalias a Israel tras el ataque mortal contra el puerto de Hodeida
Las dos principales facciones palestinas, el movimiento islamista radical Hamás y el partido Fatah, que gobierna parte de Cisjordania, han alcanzado un acuerdo de reconciliación en Pekín para dejar atrás viejas rivalidades. En unas declaraciones recogidas por France Presse, el anfitrión del encuentro, ... el ministro chino de Exteriores Wang Yi, dijo que se ha llegado a un pacto para un «gobierno provisional de reconciliación nacional» que dirija Gaza al término de la guerra.
Al encuentro en Pekín fueron convocados emisarios de otros doce grupos palestinos para escenificar el momento. El anuncio constituye un formidable golpe de efecto precisamente el día en que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se encuentra en Washington para tratar de asegurar el respaldo norteamericano a su campaña militar en Gaza, que aún no tiene fecha de salida.
La rivalidad entre los moderados de Fatah y los radicales de Hamás comenzó tras la muerte del líder palestino indiscutible, Yaser Arafat. En 2007 se produjo una lucha fratricida, que desembocó en el control absoluto por parte de Hamás de la Franja de Gaza, mientras Fatah se hacía con el dominio de Cisjordania, donde Israel le permite cierta autonomía política bajo el manto de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
En un momento clave de la guerra de Gaza, desencadenada por Hamás el pasado 7 de octubre con su brutal ataque a Israel, las dos grandes facciones palestinas muestran ahora un talante conciliador y amable que no obedece a ningún cambio ideológico interno. El acuerdo de ‘gobierno de unidad nacional en Gaza’ -supeditado por supuesto a la retirada israelí, una vez que considere cumplidos sus objetivos principales- es más una concesión por parte de Fatah que de Hamás, que no tiene en estos momentos nada que perder más que su propia supervivencia. Es también, de alguna manera, la respuesta de la Autoridad Nacional Palestina de Mahmud Abás al regalo envenenado de Netanyahu, que ha dicho en varias ocasiones que quiere que los moderados de Cisjordania gobiernen también en Gaza una vez que haya sido 'exterminado' Hamás.
Tras más de nueve meses de guerra, y con gran parte de la Franja de Gaza laminada por el Ejército israelí -no hay que olvidar que su territorio es más pequeño que el municipio de Madrid-, el escenario político experimenta un giro contrario a los intereses de la coalición que gobierna en Tel Aviv. Los palestinos renuncian formalmente a la división entre moderados prooccidentales e islamistas antioccidentales para anunciar un pacto nacional, que salve su proyecto de nación y de Estado.
Israel, en cambio, cuenta solo con el respaldo de Estados Unidos, que se dispone a atravesar un periodo de incertidumbre electoral que va a afectar sin duda a la guerra en Gaza. El apoyo a Israel es pleno, tanto entre los demócratas como entre los republicanos, pero Donald Trump no ha dejado de lamentar y criticar en público la forma en que la están manejando tanto Netanyahu como el Ejército hebreo.