«Las violaciones de Hamás siguen silenciándose»
No existen cifras oficiales y será complicado tener números exactos de cuántas mujeres fueron víctimas de la violencia sexual, pero Israel sigue buscando justicia
Las líneas rojas de Netanyahu y las amenazas de la ultraderecha rebajan la esperanza de un alto el fuego en Gaza
Madrid
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Iniciar sesiónExiste un patrón: primero la violación, sigue la mutilación del cuerpo y termina con el asesinato. Esto no ocurrió una vez, ni dos, ni tres, y aunque no hay cifras exactas –costará tenerlas–, no hay duda de que Hamás utilizó la violencia sexual contra ... las mujeres como arma durante los ataques del 7 de octubre. Existen pruebas documentales: vídeos de mujeres desnudas y ensangrentadas filmadas por Hamás el día del ataque o fotografías de cadáveres tomadas en los kibutz, durante el festival de música Supernova que sugieren que las mujeres fueron blanco sexual de sus atacantes. Cada vez más son los testigos que vieron y oyeron cómo los milicianos se ensañaban con las mujeres y desde organizaciones y grupos de la sociedad civil israelí quieren demostrar que la violencia sexual sucedió y que tenían un modus operandi bien estudiado. Por eso, una de las principales investigadoras y activistas sobre el tema, Ruth Halperin–Kaddari, ha venido a España para: «Lograr justicia y reconocimiento para las víctimas de la violencia sexual y las atrocidades de género ejecutadas por Hamás el 7 de octubre», cuenta.
Halperin-Kaddari es experta en derecho de familia y derechos internacionales de la mujer, además de directora del Cetro Rackman para el Avance de la Condición de la Mujer en la Universidad de BarHIlan. Con este curriculum tiene el compromiso de contar lo que pasó: «Hamás violó, mutiló y asesinó a mujeres y tienen que saberlo». Las acusaciones del uso de la violencia sexual como arma no vienen de la nada, pero conseguir pruebas está siendo muy complicado. «Hamás se encargó de que no quedarán evidencias», explica Halperin-Kaddari. «A quienes violaron, o los mataron o se los llevaron secuestrados a Gaza».
Además, existe el estigma de quien ha sido víctima de violencia sexual. «En otras ocasiones, hablar sobre estos temas siempre ha sido complicado para las víctimas. Pasa lo mismo ahora, es muy difícil que salgan explicando lo que pasó». La experta cita el caso de Amit Soussana, con la que pudo hablar tras ser liberada. Soussana fue la primera mujer israelí que habló públicamente sobre lo que fue una agresión sexual tras otra y otras formas de violencia durante sus 55 días en cautiverio.
Dudas sobre los casos
Las autoridades israelíes afirman que todos los lugares en los que atacaron los terroristas (la rave de Supernova, las bases militares y los kibutz) maltrataron a las mujeres. Hamás ha negado las acusaciones y el mayor enfado de los activistas y de la sociedad civil que está luchando por respuestas y sobre todo, justicia es con los organismos internacionales. «Cuando lo comentaba con algunos colegas de organismos internacionales, me preguntaban si realmente pasó lo que estábamos denunciando. Dudaban. Algo que seguramente no hubieran hecho en otras ocasiones. Más de nueve meses después del ataque, todavía hay ciertas dudas sobre lo que pasó», afirma.
Un simple ejemplo de la desconfianza que levantan las acciones del grupo terrorista el 7 de octubre. Los dudosos relatos de voluntarios y organizaciones sobre lo que ocurrió ese día (investigaciones periodísticas contradijeron versiones de varias personas que aseguraban haber visto este tipo de violaciones) han fomentado el escepticismo y desencadenaron un debate muy intenso sobre el alcance de lo que ocurrió ese día. Por eso, la principal unidad de investigaciones policiales de Israel, Lahav 433, todavía está examinando miles de vídeos y testimonios, pero aún no puede establecer una cifra sobre cuántas mujeres y niñas sufrieron violencia de género. De momento, tienen certeza de que en siete localizaciones distintas hubo ataques con violencia sexual.
Sin embargo, en Israel aún molesta que desde las Naciones Unidas y otros organismos que defienden los derechos de las mujeres tardaran meses en denunciar que Hamás había llevado a cabo este tipo de violencia con las mujeres. «Queremos que se denuncien estos hechos como se hicieron en otras ocasiones. Pasó en Ucrania y la respuesta fue unánime. Aquí no ha pasado esto».
«No se puede justificar ni decir que lo que hizo Hamás es parte de la resistencia. Es legitimar una acción horrorosa y no condenarlo como se merece manda un mensaje de que hay cierta impunidad con según qué delitos»,
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